El caso del niño de 12 años que murió por una ameba 'come cerebros' tras nadar en un lago de Carolina del Sur
Un niño de 12 años perdió la vida tras contraer una infección producida por una ameba devoradora de cerebros mientras nadaba en un popular lago de Carolina del Sur. Ahora sus padres buscan que su historia no se repita.
Jaysen Carr acudió a l Lago Murray el fin de semana del 4 de julio y tras experimentar diversos síntomas como náuseas y dolor de cabeza falleció. Su deceso tuvo lugar semanas después de su exposición.
Los padres de Carr dijeron a AP que desconocían por completo que la ameba, cuyo nombre científico es, Naegleria fowleri, estaba presente en el agua, por eso ahora quieren crear conciencia sobre la rara pero a menudo fatal infección cerebral causada por el organismo.
"Estamos haciendo todo lo posible, pero comprendan que no queremos que esto le pase a nadie más. Estamos aquí para concienciar al público y partir de ahí", dijo Clarence Carr, padre de Jaysen en una conferencia de prensa el martes.
¿Cómo se infectó el menor que murió por una infección de ameba devoradora de cerebros?
El niño de 12 años, estuvo nadando en el lago Murray, ubicado aproximadamente a 15 millas al oeste de Columbia, Carolina del Sur, durante el fin de semana del 4 de julio. De acuerdo con WLTX pasados unos días, Jaysen comenzó a presentar síntomas que incluían fuertes dolores de cabeza, náuseas y desorientación.
Sus padres le administraron Tylenol y Carr mejoró momentáneamente, pero al siguiente día los síntomas volvieron por lo que se dirigieron a urgencias. Sin embargo, incluso después de su visita al hospital y de administrarle antibióticos, el estado de Carr empeoró, por lo que los médicos le realizaron una punción lumbar y confirmaron la presencia de la ameba, la cual estaba provocando una infección y destruyendo el tejido cerebral.
Casi dos semanas después de su exposición, el 18 de julio, Carr falleció en las instalaciones del Prisma Health Children's Hospital-Midlands, un hospital infantil de Carolina del Sur.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la infección se produce cuando la ameba entra al cuerpo a través de la nariz, especialmente cuando el agua es impulsada violentamente hacia las fosas nasales, como ocurre al nadar, zambullirse o lanzarse al agua.
La ameba avanza por la mucosa nasal, siguiendo el nervio olfatorio, hasta alcanzar el cerebro, donde causa una inflamación grave conocida como meningoencefalitis amebiana primaria, que destruye el tejido cerebral.
¿Qué es la ameba devoradora de cerebros?
La Naegleria fowleri es un organismo unicelular que habita en aguas cálidas, por encima de los 25 grados Celsius, en lagos, ríos y aguas termales. Aunque se encuentra en muchos estados de Estados Unidos, incluido Carolina del Sur, los casos de infección son extremadamente raros.
De acuerdo con datos de los CDC, en Estados Unidos, menos de 10 personas la contraen al año, y más del 95 % fallece.
La infección suele iniciar con síntomas parecidos a un resfriado como dolores de cabeza, náuseas y fiebre. Sin embargo, la rápida progresión puede llevar a la muerte en pocos días debido al daño cerebral irreversible. Desde 1962 hasta 2024, en Estados Unidos solo cuatro personas han sobrevivido a esta infección, destacan los CDC.
El organismo no se transmite de persona a persona y se piensa que un solo caso no aumenta el riesgo en un cuerpo de agua específico.
Sin embargo, el conocimiento sobre esta ameba y una regulación adecuada para monitorear su presencia es limitado. El Departamento de Servicios Ambientales de Carolina del Sur dijo a AP que no existe un umbral científico claro que indique cuándo el agua es segura o peligrosa, y que los controles son difíciles de implementar.
Familia de Jaysen Carr busca que nadie más muera por infección de la ameba devoradora de cerebros
La familia de Jaysen Carr expresó su indignación porque no existe en Carolina del Sur ni en la mayoría de los estados estadounidenses una ley que obligue a reportar de forma pública las muertes o infecciones por Naegleria fowleri.
"Si hubiéramos sabido el riesgo de que nadara en ese lago, nadie se habría metido. Por eso, queremos que el público sepa que existen grandes riesgos al nadar en el lago Murray y en cualquier otro cuerpo de agua", dijo Ebony Carr, madre de Jasen, en una conferencia de prensa el martes. "Es fundamental que haya concienciación al respecto, y no queremos que su muerte sea en vano, porque de haberlo sabido, no habría estado ahí".
La mayoría de las infecciones se reportan en climas cálidos y en temporadas de verano, cuando el agua de lagos, ríos y fuentes termales supera temperaturas propicias para la proliferación de la ameba. Se recomienda a quienes nadan en estas aguas mantener la cabeza fuera del agua, usar pinzas nasales para evitar la entrada de agua por la nariz o incluso evitar estos lugares si no existe información segura.
En los últimos años, otros casos fatales por infección de la ameba Naegleria fowleri se han registrado en más estados. De acuerdo con SkyNews, en 2023 un niño de dos años murió en Nevada tras visitar una fuente termal natural en julio, ese mismo mes un nadador falleció en Georgia, mientras que en marzo un hombre de Florida murió tras enjuagarse la nariz con agua del grifo; además, en agosto de 2022, un niño perdió la vida tras nadar en el río Elkhorn, en Nebraska.
Tras la muerte de Carr, las autoridades informaron que la última muerte por ameba en Carolina del Sur fue en 2016.
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