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La casa de una familia de 12 personas quedó en ruinas tras un voraz incendio. Ahora viven todos en un pequeño cuarto en el apartamento de la abuela de los niños. Ellos sólo se quedaron con lo que llevaban puesto el día que ocurrió la tragedia. Ahora los padres no cuentan con recursos para tener un techo y celebrar juntos la Navidad.

La mujer perdió la custodia de los menores y lucha con todas sus fuerzas para conseguir una segunda oportunidad en la sociedad. Su mayor anhelo esta Navidad es obtener una vivienda donde pueda volver a reunirse con sus cinco hijos. Si desea ayudarla puede llamar al (323) 517-6022.

En una humilde casa en un pueblo de El Salvador viven los hermanos Gutiérrez. Después de 8 años de nuestra primera entrevista, sus precarias condiciones de salud continúan. Ellos solo ven pasar el tiempo, esperando que alguien les tienda una mano, que tal vez, pueda ser la tuya. Si quieres colaborar llama a Blanca Gutiérrez al 011 (503) 7542-9940.

En un humilde hogar en las laderas de Bogotá vive una joven madre que día a día tiene que cargar a cuestas con su pequeña hija, Ingrid, quien no puede caminar debido a una enfermedad cerebral. Con gran humildad y amor infinito hacia su hija, Viviana Santana solo quiere para esta Navidad una cama-cuna para que su pequeña pueda dormir.

Omar Martínez nació con 6 dedos en las manos y 7 en los pies, debido a una herencia genética de su abuelo. Aunque con muchas restricciones, el joven salvadoreño se las arregla para salir adelante y darle de comer a sus hermanas menores, pues sus padres murieron hace tres años de forma natural.

Nehemías Ramírez es un joven de 19 años que ha crecido en medio de una pequeña comunidad en la costa sur de Guatemala, siendo la burla de los demás, su piel lo ha definido como el chico cocodrilo, sin embargo, la fe y el amor de su abuela, han sido básicos para que aún tenga ilusiones de seguir viviendo.

El boxeador no pudo asistir a esta entrega anual pero mandó a un grupo de boxeador en representación, que se encargaron de repartir cientos de despensas para los más necesitados.

Los menores jugaron con fuego y acabaron quemándose, pero de verdad. La madre del herido ahora asegura que la familia del otro menor no socorrió a su hijo apropiadamente y por eso los ha demandado.

El pequeño Ezequiel ha pasado toda su existencia en el hospital, los doctores no lo pueden operar hasta que se encuentre lo suficientemente nutrido para la intervención. Sin embargo, los pocos recursos de su familia deja una gran incertidumbre sobre su futuro.  Si desea ayudar a esta familia, llame a nuestra línea de ayuda o entre a nuestra página en internet. Si desean ayudar a la familia de Ezequiel se pueden comunicar con María Edelmira Mejía en este número 011-504 9803-0055.

Kenia Marisol vivía escondida del mundo evitando las miradas incisivas y las críticas de la gente. Un terrible tumor que desfiguraba su rostro fue el causante de su auto encierro. Sin embargo, su caso llegó a las redes sociales y fue allí donde consiguió la ayuda necesaria para solucionar su pesadilla.

Esta familia de payasos callejeros recorren las calles repartiendo risas a cambio de unas cuantas monedas para sobrevivir.

Para muchos la luz del sol es indispensable, pero esta puede costarte la vida al pequeño Fernando, quien sufre de un mal genético conocido como ‘ganoderma pigmentosa’ desde que tenía 4 meses de nacido. Una organización en California podría ayudar a mejorar la salud del niño, pero no cuentan con recursos para viajar.

Postrado en una silla de ruedas y ajeno a lo que sucede a su alrededor se encuentra Abelito, un joven que a pesar de sus 18 años mantiene la apariencia de un niño de 8. El mal que padece es irreversible, pero la familia espera que alguien los ayude.

Con pocos recuerdos, el hombre asegura que su padre se llamaba Francisco Méndez Alarcón. Dice que necesita encontrar a su familia para así dejar atrás el sufrimiento y la desesperación.

El sobrepeso se ha convertido en una condena para Juan Pedro Franco, cuyo contacto con el exterior es a través de las redes sociales. Ni él ni su familia se explican cómo ha llegado a pesar 880 libras, pues su dieta es la de una persona normal. Ellos no han conseguido la solución que necesitan en México y siguen a la espera de que alguien los ayude.

Matthew es padre de dos hijas y es el único sustento de su familia. No hizo caso de los síntomas hasta que sufrió una fuerte convulsión que le llevó al hospital. Allí descubrió que necesita urgentemente un trasplante de riñón.