La casa de una familia de 12 personas quedó en ruinas tras un voraz incendio. Ahora viven todos en un pequeño cuarto en el apartamento de la abuela de los niños. Ellos sólo se quedaron con lo que llevaban puesto el día que ocurrió la tragedia. Ahora los padres no cuentan con recursos para tener un techo y celebrar juntos la Navidad.