El movimiento en la base militar, considerada la más grande que tiene el país, es constante. Los soldados trabajan día a día y sin descanso preparando aviones con municiones y artículos de primera necesidad en caso de que se les dé la orden de partir. "Nosotros estamos preparados para servir en el momento que nos llamen", aseguró Elvia Kelly, representante de relaciones públicas de Fort Bragg.