El fiscal general William Barr busca juzgar a manifestantes violentos por 'sedición', indica un reporte
En una llamada con fiscales federales la pasada semana, el fiscal general William Barr les instruyó a considerar el estatuto de 'sedición' para acusar a los alborotadores y otras personas que habían cometido actos violentos en las protestas de los últimos meses, según dijeron a The Wall Street Journal dos personas familiarizadas con esa llamada de trabajo.
Esta inusual sugerencia alarmó a algunos de los presentes y participantes de la llamada, según dijeron estas fuentes, que hablabaron bajo anonimato por temor a represalias.
De forma general, según estas fuentes, Barr habría instado a los fiscales a buscar cargos federales siempre que fuera posible y para ello enumeró una serie de estatutos adicionales que podrían usarse, como la agresión a un funcionario federal, motín uso de explosivos, crimen organizado o sedición.
Además, ambas fuentes informaron al Journal que Barr pidió a los fiscales de la división de derechos civiles del Departamento de Justicia a evaluar la posibilidad de presentar cargos contra la alcaldesa demócrata de Seattle, Jenny Durkan, por permitir que se estableciera una zona tomada por los manifestantes y libre de policía en el centro de la ciudad durante varias semanas; aunque un portavoz del departmento que habló con The New York Times negó que el fiscal general hubiese explorado esa idea.
De ser ciertas, estas disposiciones de William Barr van en sintonía con la posición que ha mantenido hasta el momento, que a su vez sigue la línea del presidente Trump, quien ha insistido en criminalizar las protestas e intentar inculpar a los demócratas por la violencia. Con estas medidas se intenta procesar los posibles delitos ocurridos durante las protestas de la forma más agresiva posible, especialmente en ciudades gobernadas por demócratas.
En el mes de junio, William Barr formó un grupo de trabajo para contrarrestar la labor de lo que describió como extremistas antigubernamentales que se habían "involucrado en actos de violencia indefendibles diseñados para socavar el orden público", de lo cual responsablizó directamente a grupos de extrema izquierda o a simpatizantes de Antifa, que según expertos ni siquiera es un movimiento organizado.
Sin embargo, en numerosos casos de delitos e instigación de la violencia durante las protestas se han identificado a miembros del movimiento "boogaloo", cuyos seguidores predicen la guerra civil y están afiliados a múltiples ideologías, principalmente de extrema derecha.
Pero a pesar de la presencia de grupos extremistas de ambos expectros políticos, además de delincuentes y saqueadores, más del 93% de las protestas en Estados Unidos este verano fueron pacíficas, según un informe del Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados, que monitorea la agitación política en todo el mundo.
¿Qué es el delito de sedición y cómo se aplica?
La sedición es un delito grave cuyo castigo va desde multas hasta 20 años de prisión y se aplica de forma muy selectiva y con claras evidencias contra actos de incitación a la revuelta o violencia contra una autoridad legal con el objetivo de destruirla o derrocarla, especialmente contra los gobiernos y sus funcionarios. Según los expertos legales, este estatuto es muy difícil de probar en una corte.
La forma más extrema de la ley federal de sedición, que rara vez se invoca, criminaliza las conspiraciones para derrocar al gobierno de Estados Unidos, una situación extraordinaria que no parece ajustarse a las circunstancias de las protestas e incluso disturbios en lugares como Portland o Kenocha.
Pero otras formas de sedición también podrían ser aplicables a partir de que dos o más personas hayan conspirado para usar la fuerza y oponerse a la autoridad federal, obstaculizar la capacidad del gobierno para hacer cumplir cualquier ley federal o apoderarse ilegalmente de cualquier propiedad federal, aunque siempre habría que demostrar que hubo conspiración.
Otras acusaciones por 'sedición'
Uno de los pocos casos en los últimos años que involucró acusaciones de sedición terminó en la absolución de los implicados: miembros de un grupo de milicias de Michigan, Ohio e Indiana que fueron acusados en 2010 de conspirar para matar a un oficial de policía local e iniciar así un enfrentamiento armado con las autoridades estatales y federales.
Pero a pesar de ello fueron declarados inocentes en 2012 por un federal, que dijo que el caso del gobierno se había basado en "pruebas circunstanciales" y no demostraba que había habido conspiración o un "acuerdo concreto" para oponerse por la fuerza al gobierno de Estados Unidos.
En cambio, muchos de los casos de conspiración sediciosa de más alto perfil y que ha ganado el gobierno de los Estados Unidos están vinculados al independentismo puertorriqueño y las conspiraciones para derrotar al gobierno estadounidense en la isla.
Aquí destaca el caso de Pedro Albizu Campos y otros compañeros suyos del Partido Nacionalista, que fueron condenados por sedición en 1937. Albizu Campos fue encarcelado durante 10 años ya que según los fiscales estadounidenses, era el líder de un complot para lograr la independencia de la isla de forma forzosa.