El reo Gonzalo López, de 46 años, fue uno de los 10 fugitivos más peligrosos y buscados de Texas. El 12 de mayo, López escapó de un autobús en custodia en el condado de Leon, entre Dallas y Houston, tras agrededir al chofer. La noche del 2 de junio fue asesinado en un tiroteo durante su intento de captura según las autoridades.