Muere en accidente aéreo el juez del Supremo brasileño encargado de la Operación ‘Lava Jato’
RIO DE JANEIRO, Brasil.- El juez brasileño Teori Zavascki, encargado de la Operación Lava Jato en el Supremo Tribunal Federal (STF), falleció este jueves en un accidente aéreo en Río de Janeiro. Su muerte añade incertidumbre al mayor escándalo de corrupción de la historia del país, precisamente cuando se esperaba la divulgación inminente de una nueva avalancha de acusaciones contra decenas de políticos.
La avioneta en la que viajaba Zavascki, de 68 años, cayó en el mar frente a la costa de Paraty, en el litoral de Río. Uno de sus hijos, Francisco, fue el encargado de difundir a través de Facebook que el magistrado se encontraba entre las víctimas mortales. “Queridos amigos, acabamos de recibir la confirmación de que papá ha fallecido. Gracias a todos por la fuerza”, escribió.
Zavascki fue nombrado en 2012 por Dilma Rousseff, entonces presidenta de la República, y el Senado respaldó su designación con apenas cuatro votos en contra y 54 a favor. Antes de aterrizar en el Supremo ya había ejercido como miembro del Superior Tribunal de Justicia (STJ) y también como juez en el sur de Brasil, la región donde nació en 1948.
Al recibir la noticia, Dilma acudió a las redes sociales para transmitir su “inmenso pesar” por la “trágica muerte” del magistrado. “Hoy hemos perdido a un gran brasileño. Como juez y ciudadano, Teori se consagró como un intelectual del derecho, celoso de las leyes y de la Justicia. Tuve el privilegio de designarlo como ministro del Supremo [...] y desempeñó la función con valentía, como un hombre serio e íntegro”, elogió la ex presidenta, destituida por el Congreso en 2016.
Su sucesor en el Palacio de Planalto, Michel Temer, compareció en la sede presidencial en Brasilia para decretar un luto oficial de tres días como “modesto homenaje a un hombre de bien”.
Hasta el momento de la tragedia, Zavascki acumulaba más de 50 indagaciones y acciones penales relacionadas con la Lava Jato, la operación sin precedentes que investiga el gigantesco esquema de desvío de dinero en la semiestatal Petrobras. El mismo caso que ha llevado a la cárcel a ministros, parlamentarios y tesoreros de los principales partidos políticos, así como a lobistas y grandes empresarios de la construcción, incluidos los dueños del grupo Odebrecht.
En concreto, desde finales de 2016 existe gran expectación por conocer el contenido del acuerdo firmado por más de 70 dirigentes y empleados de Odebrecht con los investigadores de la Lava Jato. A cambio de reducir sus penas, se prevé que delaten a los más de 100 políticos a quienes sobornaron durante años para conseguir contratos de obras públicas y leyes favorables.
En un momento tan crucial para el llamado caso Petrobras, la clase política reaccionó al accidente aéreo con una mezcla de perplejidad y cierta desconfianza. Entre los mensajes de condolencia y solidaridad hacia la familia de Zavascki, llaman la atención las insinuaciones de Luciana Genro, candidata presidencial en 2014 por el minoritario Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
Según la exdiputada Genro, la posibilidad de que el presidente Temer nombre al nuevo relator de la Lava Jato convierte la tragedia en “un hecho muy sospechoso”. Su colega de partido Renato Cinco, concejal en Río de Janeiro, se sumó a la tesis desde Twitter: “Un accidente conveniente para los poderosos siempre es muy sospechoso”.
Las indirectas recuerdan a lo ocurrido en agosto de 2014, cuando otro aspirante presidencial, Eduardo Campos, falleció al estrellarse su avión a pocas semanas de las elecciones. En aquella ocasión, las redes sociales también se llenaron de teorías de la conspiración que después terminaron por evaporarse ante la falta de pruebas.
En cualquier caso, lo cierto es que esta nueva catástrofe aérea incorpora una incógnita adicional al escándalo. La sustitución del fallecido Zavascki no sólo atrasará previsiblemente los procesos anticorrupción, sino que también amenaza con provocar nuevos enfrentamientos entre la clase gobernante y el poder judicial. Todo ello, en medio de la crisis política y económica que continúa sacudiendo al mayor país de América Latina.