¿Cómo me va a afectar la caída en los precios de petróleo?
El coronavirus (COVID-19) no sólo desafía las normas regulares en los sistemas de salud. El desarrollo de la pandemia a nivel económico, acata de manera inevitable el funcionamiento rutinario de los mercados.
A nivel mundial y por el simple hecho de que el uso de transporte y maquinaria pesada ha sido considerablemente disminuido en estos días, la demanda de crudo tocó niveles históricamente bajos: por primera vez, se habla de barriles de petróleo operando con corte negativo. Esto secundado al exceso de oferta que generaron Rusia y Arabia Saudita a principios del 2020.
Existen preguntas frecuentes que esta nueva crisis desata en la consciencia civil. Las más frecuentes, rondan a los efectos inmediatos de la caída de los precios, pero hay un par de factores que deben considerarse:
¿Cómo funciona la cotización del petróleo?
Los días 21 de cada mes, se establece en mercados energéticos un cambio de contrato gracias al West Texas Intermediate (WTI), un productor líder de crudo que sirve como referencia para fijar el precio de otras corrientes. Los precios no son inmediatos, sino que sirven para proyectar el comportamiento del producto energético durante el mes siguiente.
Este cambio, se calcula con base en la oferta y la demanda de petróleo en diferentes puntos del mundo. Así como el WTI sirve de referencia en mercados americanos, en Europa se establecen precios con base en la cotización del crudo denominado Brent, extraído del Mar del Norte (la diferencia es que el cambio contractual aquí se da los días 30 de cada mes, y las proyecciones alcanzan hasta los dos meses de vigencia).
Dado que hasta hace semanas se pretendía que la comercialización permaneciera intacta aún en tiempos de pandemia, el almacenamiento de barriles "en espera de compra" se agotó (llegando al punto de dejarlos en buques). Todo esto mientras la producción de petróleo continuó de manera regular.
Cabe recalcar (aunque parezca obvio) que se requiere de equipo especializado para movilidad y resguardo para el crudo, lo que dificulta aún más su venta. Por lo anterior, en mayo se estima un valor de -37,63 USD para el barril con sello WTI.
¿Por qué el Brent del Norte y el WTI no colapsaron juntos?
A pesar de lo "predicho", el Brent mantiene el terreno positivo en su cotización y se intercambia un barril por 25.87 USD (así, sin signo negativo a diferencia del WTI).
Como se mencionó anteriormente, el Brent funge como referencia al "Viejo Mundo". Las razones del desfase entre los precios del WTI y del Brent residen (más allá de la pandemia) en sus técnicas de venta.
Los contratos de WTI se liquidan mediante entrega física del crudo. El Brent en cambio, es un tipo de petróleo marítimo que presenta mayor adaptabilidad para trasladarse a donde se necesite. Cabe mencionar que la predicción monetaria del Brent abarca el mes de junio.
¿Es una crisis sin precedentes?
Es la primera vez que el crudo estadounidense cotiza en números rojos. No obstante, meses atrás la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió que el 2020 sería el "peor año de la historia para el sector petrolero".
Esto se declaró sólo tomando en cuenta la incapacidad de almacenamiento y la demasía de oferta potenciada por Rusia y Arabia Saudita. Las alertas se encendieron cuando los brotes de COVID-19 se hicieron mayores y el paro de labores a cuenta de los recursos energéticos fue inevitable.
El precio del petróleo está en una situación técnica que los expertos llaman "contango”: cuando el precio se negocia por debajo de lo que se supone que valdrá en el futuro.
¿Qué podría ocurrir a largo plazo con la caída del petróleo?
En resumen: debido a la pandemia, no hay recursos monetarios ni para pagar el petróleo ni para tenerlo en almacenamiento. Además, no existe comprador. En general, los inversionistas de este ramo no buscan una ganancia por ahora, sino "una pérdida menor"
Según el autor especializado en finanzas energéticas, Francisco Monaldi, América Latina sufrirá un golpe inevitable, pero la "salida a flote" de la región dependerá de las políticas públicas de cada país.
Resalta que las naciones más afectadas por el desplome petrolero serán Colombia, Venezuela y Ecuador. Esto debido a que sus ingresos fiscales dependen directamente de sus exportaciones de crudo.
En el caso de México, el desplome es un golpe directo para Petróleos Mexicanos (Pemex) —la petrolera más endeudada del mundo— y para los planes de inversión energética del gobierno. No obstante, no se considera que la afectación llegue a ser tan grave aún, puesto que la nación cuenta con otras fuentes de ingreso para resanar sus finanzas públicas.
Es difícil discernir con seguridad cómo afectará el desplome de petroleo a su último consumidor en los próximos días, pero para Monaldi lo grave (y un tanto predecible) es que los precios del WTI sigan cayendo para junio o julio, en cuyo caso, ya se puede hablar de afectaciones a otros crudos de referencia. En este punto, deben comenzar a proliferar alternativas energéticas y sus respectivas políticas tangibles.
Por su parte, las mezclas alternas a las referencias mundiales, (Pemex, por ejemplo) tienen el reto de encontrar un equilibrio en el mercado a través de su producto. Esto de tal manera que compitan con marcas similares y que los lotes de almacenamiento nunca se vean saturados.
Ve también: