Un hombre de Asheville y un oso se encontraron cara a cara, dándose un susto. David Oppenheimer estaba descansando cuando escuchó el timbre de su cámara Ring. Miró a su alrededor para ver si había algo disparando la cámara, pero no vio nada. Cuando volvió a su silla a mirar su teléfono, cuando se percató de algo a su lado y pegó un salto. El oso también quedó mirándolo sobresaltado, pero luego se va sin hacerle daño.