La decisión del gobierno de Trump, hace cuatro meses, de enviar a más de 230 migrantes venezolanos a una prisión de máxima seguridad en El Salvador, conocida como el Cecot, dejó un impacto devastador no solo en los propios detenidos, sino también en sus familias. El pasado 18 de julio, fueron liberados y enviados a Venezuela como parte de un intercambio de prisioneros, sin que las autoridades brindaran mayores explicaciones. Ahora, ellos y sus familias relatan los detalles de lo que vivieron.