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Chismes

Ser chismoso tiene efectos positivos

Publicado 26 Ene 2012 – 11:53 AM EST | Actualizado 5 Abr 2018 – 01:47 PM EDT
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Es sabido que los chismes corren tanto entre mujeres como entre hombres. Sin embargo, el género femenino ha sido históricamente asociado a esta peculiar práctica, la de chismosear.

¿ Qué mujer no se ha juntado con otras para darle rienda suelta a las novedades sobre la vida de aquellos que, por supuesto, no se encuentran presentes en ese momento? Tal vez sea por esto último que, a pesar de que los chismes resultan divertidos, no son muy bien vistos, y muchas mujeres prefieren abstenerse al "tráfico" de información ajena para que no se las trate de "chismosas".

Ahora bien, ¿qué me dirían si les digo que, en realidad,  ser chismoso tiene efectos positivos en la vida de las personas? Suena raro, ¿verdad? Pero, sin embargo, así lo sostiene un equipo de investigadores de la Universidad de California, que tras realizar un estudio llegó a esta llamativa conclusión: el hecho de que las personas hablen acerca de lo que otros hacen mal determina que éstas, las "chismosas", sean menos propensas a cometer acciones cuestionables.

Sorprendente, ¿no es cierto?

¿En qué consistió este estudio? Para averiguar cuáles son los efectos del "chisme social" (así es como lo llaman los profesionales) en las personas, los investigadores realizaron una serie de experimentos con los participantes. Por ejemplo, uno de estos consistía en lo siguiente: durante un juego, algunos participantes fueron testigos de cómo otros integrantes hacían trampa. En cuanto se presentó la oportunidad, estos testigos hicieron correr el chisme sobre dicha trampa con el objetivo de alarmar al resto de los jugadores.

¿Cuál fue el resultado? Al parecer, luego de pasar el el chisme de que había jugadores haciendo trampa, "los chismosos" se sintieron mucho más aliviados y tranquilos consigo mismos por haber compartido la información con los que desconocían lo que en realidad estaba sucediendo.

En conclusión, luego de realizar experientos como el del ejemplo anterior, los investigadores afirman que, por un lado, después de contar un chisme, las personas pueden sentirse mucho mejor por haber alertado a otras con respecto a algo que podría hacerles mal. Y, por otro lado, los rumores y cotilleos funcionan como una amenza latente de que "otros" pueden hablar de lo que nosotros hacemos mal, por lo que termina resultándonos mejor idea comportarnos bien.

¿Qué te parecen estas conclusiones de los profesionales de la Universidad de California? ¿Crees que puede ser cierto? Yo, por mi parte, pienso que es mejor hacerles caso, para poder seguir chismoseando con la conciencia tranquila... ¡Es tan divertido! 

Otro estudio asegura que los hombres son más chismosos que las mujeres. Pincha en el enlace y descubré por qué y, sobre todo, ¡descubre de qué cotillean!

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