Siempre pasa, un día te despiertas con dolor en el cuerpo, escalofríos, fiebre, congestión nasal y otra serie de síntomas que te muestran que evidentemente estás enfermo. Buscas en internet dichas molestias para ver cuál es tu enfermedad y te encuentras con dos posibles resultados: influenza, mejor conocida como gripe, y resfriado común.