Francisco Flores viajó desde Texas al sur de Florida para pasar sus vacaciones y jamás pensó que, tras una noche de tragos en Miami Beach, terminaría golpeado, detenido, trasladado a un hospital y enfrentando dos cargos que lo podrían dejar en prisión durante un año. Un amigo de Flores grabó un video que muestra el momento en que policías usan una pistola eléctrica para inmovilizarlo.