El 'cazador de nazis' que investigará crímenes de guerra en Ucrania
Eli Rosenbaum ha dedicado su vida a perseguir criminales de guerra, especialmente a quienes operaron antes y durante la Segunda Guerra Mundial por lo que es conocido como el ‘Cazador de nazis’. Ahora, este agente, cuyo peor enemigo parece ser el tiempo, será el encargado de investigar y perseguir a criminales de guerra en Ucrania.
Pero, ¿quién es este mítico personaje que ha trabajado desde hace 36 años en el Departamento de Justicia?
Una carrera "accidental"
Eli Rosenbaum nació en 1955 en una familia judía. Su padre fue un veterano de la guerra que logró escapar en 1938 del régimen nazi para convertirse en soldado en el norte de África y en Europa.
A pesar de la participación de su padre en la guerra, en la casa de la familia Rosenbaum, ubicada en el poblado de Westbury, Nueva York, no se hablaba de las masacres cometidas en Europa durante aquellos años.
Según él mismo ha contado en diversas entrevistas, fue hasta los llamados Juicios de Nurembrerg —ocurridos en los años setenta— cuando su padre comenzó a hablar abiertamente, aunque con dificultad con su hijo sobre lo ocurrido durante el Holocausto.
En 1979, a punto de graduarse de la escuela de leyes de la Universidad de Harvard, Rosenbaum fue aceptado para trabajar en el Departamento de Justicia gracias al programa de graduados con honores.
Se unió como pasante a lo que entonces era la Oficina de Investigaciones Especiales (OSI en inglés), en la cual labró hasta el año de 1984.
Gracias a la presión pública y del Congreso, la oficina de Derechos Humanos del Departamento de Justicia comenzó a tratar de rastrear a los exnazis que se habían mudado a Estados Unidos después de la guerra.
Un historial exitoso
En 1988, Rosenbaum volvió al OSI como director adjunto principal y luego director general.
Desde entonces, Rosenbaum ha ayudado a perseguir 137 casos, de los cuales 107 lograron despojar a los nazis de la ciudadanía o deportar a los acusados que vivían en Estados Unidos.
Entre los casos más representativos que Rosenbaum ha ayudado a resolver se encuentran el de John Demjanjuk, un exguardia de seguridad del campo de exterminio de Sobibor en la Polonia ocupada por los nazis. Este hombre fue condenado en Alemania por ser cómplice de más de 28,000 asesinatos por su trabajo como guardia.
Otro de los nombres es el de Michael Kolhnhofer, un exguardia del campo de exterminio de Buchenwald, en el centro de Alemania, quien estaba tan indignado por los esfuerzos de deportación del Departamento de Justicia que cuando los reporteros se presentaron en su casa en Kansas City en 1996 para hacerle preguntas, comenzó a disparar contra la puerta.
"Nuestros casos de la Segunda Guerra Mundial son los últimos casos sin resolver. Todos los crímenes tuvieron lugar hace muchas décadas al otro lado de un vasto océano", dijo en una entrevista Rosenbaum. "Es en gran medida una búsqueda de la proverbial aguja en un pajar".
En la guerra de Ucrania al menos parece que el investigador tendrá una cosa a su favor para resolver crímenes de guerra: el tiempo.
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