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Agresión sexual

Lo buscaban por violar sistemáticamente a un niño en California, pero USCIS le dio la ciudadanía de EEUU

Durante seis años, un depredador sexual de menores pudo esconderse y burlar los filtros de dos agencias federales, aunque tenía una orden de arresto al otro lado del país.
Publicado 29 Mar 2023 – 06:10 PM EDT | Actualizado 29 Mar 2023 – 06:10 PM EDT
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Herbert Leonel Díaz violó durante cuatro años a un niño en un suburbio de California. En 2006, el menor se armó de valor y lo denunció con la policía. Pero este hombre de 53 años pudo evadir la justicia huyendo a un estado de la Costa Este, donde obtuvo sin dificultades la ciudadanía estadounidense, revela un caso sometido en el Distrito Oeste de Carolina del Norte de la Fiscalía federal.

A lo largo de seis años, las autoridades de California no lograron localizar a Díaz, a pesar de los trámites que realizó en los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) y el Departamento de Estado.

No fue hasta que tenía un pasaporte estadounidense en el bolsillo cuando la policía lo puso bajo custodia en Carolina del Norte y lo trasladó de vuelta a California para enfrentar finalmente múltiples cargos de pederastia, que incluían violación de un menor por la fuerza, copulación oral y actos lascivos.

Los detalles de este caso se conocen hasta ahora que un juez federal emitió una sentencia por fraude migratorio, que está relacionado con el proceso penal en California.

Sobre esa acusación en particular se indica que Díaz, originario de El Salvador, agredió sexualmente a un niño desde diciembre de 2003 y hasta agosto de 2016, mientras vivía en la ciudad de Corona, a 47 millas al sureste de Los Ángeles.

Aunque la víctima lo denunció aquel verano de 2016, al día siguiente el acusado huyó al otro extremo del país y se instaló en la ciudad de Henderson, en Carolina del Norte.

No está claro qué hizo Díaz para evitar que lo encontraran. Pero el 15 de noviembre de 2010, cuando ya llevaba cuatro años huyendo de la policía, llenó un formulario solicitando la ciudadanía estadounidense en una oficina del USCIS en dicha localidad. Ese día respondió por escrito “no” a la pregunta: ¿Ha cometido usted algún crimen o delito por el cual no ha sido arrestado?

El 2 de marzo de 2011, él acudió a una entrevista en persona en una instalación del USCIS en Charlotte, en la cual un funcionario migratorio revisó sus respuestas. Al final, Díaz aseguró que todo lo que había respondido era verdadero, según se lee en la acusación.

A finales de ese mes, Díaz volvió a la misma oficina para la ceremonia de juramentación en la que se hizo ciudadano. Agitó una bandera estadounidense y oyó un mensaje del presidente Barack Obama, antes de recibir el certificado que le daba derechos plenos en este país.

Pocos días después tramitó un pasaporte ante el Departamento de Estado y el documento le llegó tan pronto como el 10 de junio de 2011. Era el segundo filtro federal que pasaba sin contratiempos.

Tuvo que pasar otro año para que las autoridades detectaran que habían naturalizado a un fugitivo.

Hasta el 3 de julio de 2012, policías del condado Henderson lo capturaron por la orden de arresto emitida en California y lo enviaron a ese estado para responder por la violación del menor.

Una violación que llevó a 35 años de cárcel

Inicialmente, Díaz se declaró inocente en la Corte Superior del condado de Riverside. Sin embargo, al final llegó a un acuerdo con la fiscalía local y el 19 de marzo de 2014 aceptó haber cometido cinco cargos de actos lascivos en agravio de un menor.

Su sentencia fue ejemplar: 35 años de cárcel. También ha quedado registrado por el resto de su vida como un agresor sexual infantil.

No es el único castigo que ha recibido. En marzo de 2021, el Departamento de Justicia le interpuso un cargo de fraude migratorio en una corte federal de Carolina del Norte por haber mentido al declarar en su trámite de naturalización que no tenía cuentas pendientes con la justicia.


En septiembre de ese año, el juez de distrito Kenneth D. Bell lo declaró culpable tras un juicio que no tuvo jurado. En febrero pasado lo sentenció a ocho meses de prisión, un castigo que deberá cumplir de manera simultánea a la condena que el impusieron en Riverside.

No obstante, este veredicto le revoca automáticamente la ciudadanía estadounidense.

El pasado 1 de febrero, inició el proceso para apelar el veredicto del juez Bell, según registros judiciales.

Actualmente, Díaz cumple su larga condena en la prisión estatal Chuckawalla, en la ciudad de Blythe, en el suroeste de California. Sería elegible para beneficiarse de una libertad condicional hasta julio de 2032, de acuerdo con el Departamento estatal de Correccionales y Rehabilitación.

El Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) informó que el caso de Díaz fue investigado como parte de la operación denominada ‘False Haven’ (Cielo Falso), que se enfoca en identificar a los agresores sexuales y a otros delincuentes que obtuvieron la ciudadanía estadounidense de manera fraudulenta.

Desde 2019, la iniciativa policial ha resultado en 56 casos penales, 26 casos civiles, 21 condenas, 15 revocaciones judiciales de ciudadanía y siete órdenes judiciales de deportación, indicó ICE.

Los delitos cometidos por estas personas incluyen violación, abuso de menores, pornografía infantil, secuestro, narcotráfico, lavado de dinero, fraude fiscal, robo de identidad y abuso de ancianos.

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