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consejos para mejorar la salud

¿Tu hijo habla muy bajito o arrastra las palabras? ¡Podría ser disartria! Y así puedes ayudarlo

Publicado 9 Ene 2019 – 01:31 PM EST | Actualizado 19 Ene 2019 – 09:15 AM EST
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La disartria se refiere a una alteración o trastorno del lenguaje, de tipo orgánico (es decir, que afecta a los órganos que sirven para hablar) en el que los músculos de la boca, el sistema respiratorio y la cara se debilitan y por eso tienden a moverse con lentitud o no moverse. La disartria puede tener su origen en una lesión cerebral al momento de nacer o un derrame. La gravedad de la situación va a depender de qué tanto y de qué forma se haya afectado el sistema nervioso del niño o la niña.

Las siguientes pueden ser algunas características de la disartria:

  • Arrastrar o barrer las palabras al hablar
  • Hablar entre dientes, moviendo la lengua, pero no la mandíbula
  • Emitir voz muy baja, como un susurro
  • Mover la boca con lentitud al hablar, o tan rápido que no se entienda
  • Entonar con un ritmo o acento distinto al de su entorno
  • Poca movilidad de la lengua, labios o mandíbula
  • "Flojera" para masticar y tragar
  • Voz muy nasal o muy aguda
  • Ronquera
  • Voz entrecortada, como con asma, o dificultad para respirar mientras habla
  • Babeo excesivo o escaso control de la saliva

La disartria puede traer consecuencias tristes para tu hijo:

En niños y niñas la disartria puede ocasionar aislamiento social y depresión. Puesto que dificulta la comunicación efectiva, sus compañeros podrían excluirlo de juegos y convivencia. Así, el niño o la niña pierde la oportunidad de crear amistades, tan importantes en la edad escolar para el desarrollo adecuado de la autoestima.

¿Cómo ayudarle al niño o niña con disartria?

  • Es necesario ir a valoración con una neuróloga para decidir la mejor forma de ayudar a tu hijo o hija. El tratamiento dependerá de la gravedad de la situación.
  • También hay que acudir con una terapeuta del lenguaje o logópeda.
  • Los adultos responsables de la crianza del niño o niña en cuestión necesitan estar involucrados activamente en el tratamiento y rehabilitación de la persona con disartria. Su participación es fundamental para motivar el desarrollo de la comunicación efectiva en su hijo o hija.
  • Durante la terapia se trabajan el habla, voz respiración y deglución. Estos ejercicios deben de reforzarse en casa, al menos 15 a 20 minutos al día.

Algunos ejercicios recomendados

Ejercicios de respiración

Se realizan para adquirir fuerza e intensidad en el paso del aire por el diafragma y con esto mejorar la calidad de la voz y el ritmo del habla.

Ejercicios de relajación

Para mejorar el tono muscular de cara cuello y hombros, y que no limiten los movimientos de la boca al hablar.

Ejercicios de boca, lengua y labios

También llamados praxias bucofaciales, son las habilidades motoras adquiridas, es decir, los movimientos realizados con la boca par alcanzar a pronunciar un sonido.

Ejercicios de articulación

Se imitan sonidos, sílabas, palabras o frases para que puedan hablar con mayor claridad.

Ejercicios de entonación

La prosodia es trabajar con el ritmo y el énfasis para diferenciar la intención de lo que se dice.

Control de boca y postura

Se le debe enseñar a la persona con disartria a mantener una postura derecha para permitir que el aire pase mejor por el diafragma y así se pueda vocalizar mejor.

Ejercicios de masticación y deglución

Es necesario observar cómo reacciona el niño o la niña ante ciertas texturas, descubrir cuáles son más fáciles de masticar y tragar. El objetivo es mejorar el tono muscular mediante ejercicios y masajes, ya que esta condición puede ocasionar ahogamientos.

De ninguna manera los consejos aquí presentados sustituyen la correcta evaluación por parte de personal médico especializado.

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