Mira lo que pasa cuando un viejo barco se convierte en edificio
Toma un viejo barco y dale la vuelta. Llénalo de plantas y árboles. ¿Qué te queda? Un espacio onírico que evoca la potencial belleza que existe en el reciclaje.
Un barco en busca de una segunda vida
El hermoso espacio que vemos en las imágenes es resultado del trabajo de la agencia de arquitectura Shinslab, que trabaja principalmente en Corea del Sur. Su creación, que parece arte abstracto cuando miramos pro primera vez, es nada más y nada menos que un edificio creado con los restos de un antiguo barco.
Shinslab Arquitecture eligió un viejo barco herrumbroso, lo cortó a la mitad, lo dio vuelta, y lo transformó en un hermoso espacio verde que se encuentra en la entrada del Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Corea.
El exterior del espacio mantiene su aspecto herrumbroso y crudo, dándole un atractivo aire de misterio, mientas que el interior fue pintado de blanco para darle una segunda vida.
Dentro de la enorme estructura de metal, los visitantes pueden apreciar árboles y plantas, pueden sentarse en un banco, o pueden subir por una escalera en espiral que lleva a un balcón. Las antiguas portas (ventanas de barco) crean espacios que dejan entrar la luz y el aire.
La belleza del reciclaje
Este proyecto permite reflexionar sobre todas las maneras en que podemos encontrar belleza inesperada en objetos viejos y descartados. Aún luego de que estos objetos han perdido su uso primario, es posible encontrarles un nuevo uso en base a sus nuevas características.
Claro, estamos hablando de reciclaje. Todo pierde su uso tarde o temprano, pero todo puede volver a tener un significado, o en todo caso un nuevo significado, si lo adaptamos y nos adaptamos. De esta manera, limitamos nuestro impacto en el medio ambiente produciendo menos y, además, mantenemos la historia viva.