Ola de violencia en el sur de Los Ángeles: tres tiroteos dejan varios heridos
El sur de Los Ángeles atraviesa una nueva crisis de violencia armada tras tres tiroteos en menos de una semana, ocurridos a tan solo unas millas de distancia entre sí. Los incidentes dejaron al menos dos muertos y ocho personas heridas, algunas de gravedad.
La policía de Los Ángeles (LAPD) cree que los hechos podrían estar relacionados con represalias de pandillas y ha intensificado la presencia policial en la zona.
Primer tiroteo: sábado 23 de agosto en Vermont Knolls
La primera balacera ocurrió la noche del sábado, cerca de la Calle 80 Oeste y la Calle Hoover, en el vecindario de Vermont Knolls.
Un hombre de 35 años murió en el lugar, mientras que otras dos personas resultaron heridas. Investigadores creen que este ataque pudo haber sido el detonante de la violencia posterior en la zona.
Segundo tiroteo: martes 26 de agosto en Figueroa y Manchester
El martes por la tarde, alrededor de las 2:30 p. m., se produjo un tiroteo masivo frente a un negocio ubicado en la intersección de South Figueroa Street y West Manchester Avenue.
Cinco personas resultaron heridas: cuatro hombres y una mujer de entre 19 y 35 años. Según el Departamento de Bomberos, una víctima estaba en condición crítica, dos en estado grave y dos en condición estable.
Testigos reportaron que los atacantes huyeron en un Honda Civic blanco. El LAPD cree que los responsables fueron al menos dos o tres tiradores encapuchados.
Tercer tiroteo: martes 26 de agosto en Century y Main
El mismo martes, pero por la noche, se registró un nuevo tiroteo en la esquina de Century Boulevard y Main Street, en el vecindario de Broadway-Manchester.
Un hombre de 25 años murió en el lugar, mientras que un hombre de 51 años fue trasladado a un hospital en condición estable.
Según la policía, tres sospechosos descendieron de un vehículo, abrieron fuego contra las víctimas y huyeron. Numerosos casquillos de bala fueron recuperados en la escena.
Continúa la investigación
El jefe del LAPD, Jim McDonnell, condenó la violencia, destacando que el tiroteo de la tarde del martes ocurrió frente a una escuela y a la hora de salida de clases, lo que calificó como un acto “insensible e irresponsable”.
Mientras que la alcaldesa Karen Bass también comentó: “Estos incidentes violentos no serán tolerados. Estamos trabajando con líderes comunitarios y con el LAPD para prevenir futuros ataques. Hacemos un llamado a la paz en el sur de Los Ángeles”.
El LAPD no ha realizado arrestos hasta el momento, aunque continúa investigando los posibles vínculos entre los tres ataques. Oficiales de pandillas y especialistas en intervención comunitaria trabajan ya en el área para reducir tensiones y evitar nuevas represalias.
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