Unas
10,000 hogueras fueron encendidas la noche del miércoles (7 de abril) para el jueves (8 de abril) por
viticultores franceses para combatir las intensas heladas nocturnas que se han presentado en los últimos días de hasta 23 grados Fahrenheit. Crédito: JEFF PACHOUD/AFP via Getty Images
Este momento del año es uno de los más peligrosos para los viñedos porque
es cuando la planta comienza a brotar. En diferentes zonas del país, y de Europa, se vivieron días cálidos en marzo; sin embargo, los primeros días de abril han dejado estampas como la de la imagen en Chablis, Borgoña, donde
los vinicultores corren el riesgo de perder sus cosechas. Crédito: JEFF PACHOUD/AFP via Getty Images
Laderas enteras
parecen estar en llamas, creando un efecto visual sorprendente. Toda la semana los enólogos luchando esta semana cuando las temperaturas cayeron por debajo del punto de congelación, particularmente en el fértil valle del Ródano en el sureste de Francia. Crédito: JEFF PACHOUD/AFP via Getty Images
En 2017, una intensa ola de frío dañó la mayor parte de la producción de vino francés. Para evitar que el sol de madrugada queme los brotes congelados, los enólogos colocan fardos de paja alrededor, rocían agua sobre las vides para proteger las uvas e instalan calentadores.
Crédito: JEFF PACHOUD/AFP via Getty Images
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Solo
dos noches de frío podrían ser suficientes para dañar las cosechas del año porque las temperaturas heladas se produjeron después de una semana de clima inusualmente cálido. Christophe Gratadour, un especialista de la industria, dijo que el área central del Loira y la región del Ródano se habían visto afectadas. Crédito: JEFF PACHOUD/AFP via Getty Images