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CityLab Vida Urbana

El desplazamiento que está generando la marihuana legal en Denver

Artistas, y también la comunidad latina, están sintiendo el alza de precios en sus viviendas debido a la presión de las industria marihuanera.
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30 May 2017 – 06:35 PM EDT
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Colorado ya cumplió tres años con marihuana recreacional y el efecto se está sintiendo en el alquiler de Denver. Crédito: Theo Stroomer/Getty Images

Mark Sink es un fotógrafo artístico que se mudó a Denver desde Nueva York en 1991. Con la ayuda de financiamiento para propietarios, su casa —ubicada en el barrio Lower Highland, hecha de ladrillos y de dos plantas— le costó 50,000 dólares. Más de dos décadas después, casas como las de Sink en el mismo barrio —el cual ahora se llama LoHi y se ha puesto de moda— se venden por hasta un millón de dólares. Ahora el artista frecuentemente encuentra las tarjetas de empresarios inmobiliarios en su buzón, preguntando si le interesa vender.

“Primero llegan los artistas. Luego vienen los promotores. Y luego esto se acaba para todos”, dice Sink, quien cofundó el Museo de Arte Contemporáneo en Denver.

Esto ha sido un lamento familiar en las ciudades estadounidenses, pero l a narrativa en cuanto a la gentrificación en Denver huele distinto. Desde 2014 —el año en que la marihuana recreativa se legalizó en el estado— la comunidad artística y otros residentes que dependen de alquileres bajos han estado sintiendo la presión económica de los empresarios de la marihuana, ya que estos con frecuencia están tratando de conseguir los mismos espacios baratos para cultivar y vender esta hierba.

Hay cierta ironía respecto a esto, tal como nota Sink. Muchos artistas apoyaron fuertemente al referendo que condujo a la legalización. “¿Quién iba a saber que la marihuana sería una de las fuerzas que nos impediría ocupar espacios asequibles?” dice Sink.

El impacto de la marihuana legalizada en los valores crecientes de bienes raíces es difícil de cuantificar. Los alquileres ya estaban subiendo en el barrio antes de la legalización, en parte debido al crecimiento rápido de la población. Según Zillow —la base de datos en Internet para bienes raíceslos inquilinos de Denver gastaban alrededor de un 30% de sus ingresos en alquiler entre 1980 y 2000. Para finales de 2014, gastaron más de un 38%. A lo largo de la última década, la región ha estado disfrutando de un renacimiento económico, con gran crecimiento en industrias que van desde alta tecnología hasta extracción de minerales. Muchos vecindarios que antes eran asequibles llevan las señales reveladoras del boom: una proliferación de condominios urbanos, estudios de yoga y marcas de lujo. Si se pasa un día en la ciudad se escuchará el refrán de que Denver gana 1,000 residentes nuevos al mes. Y de hecho, entre 2004 y 2014, la ciudad ganó más de 430,000 residentes.

Algunos han llegado por los empleos, otros por el estilo de vida. Y algunos han llegado simplemente por la marihuana.

Desde la legalización, el estado ha otorgado más de 300 licencias para operaciones de cultivo de marihuana basadas en Denver. Muchos de estos cultivadores arrendaron o compraron almacenes industriales, lo cual hizo subir los valores de los últimos y también sacó a los artistas de los espacios de bajo alquiler que antes ocupaban. Los artistas que desean el espacio básico y asequibilidad que brindan los almacenes han encontrado que los mismos bienes raíces también cumplen con las necesidades de los cultivadores de marihuana. Dustin Whistler es un agente de bienes raíces y fundador de Forte Commercial Real Estate. Según explica, los alquileres de espacios industriales han aumentado en un 40% desde 2012. Los espacios que antes de la legalización eran prácticamente imposibles de arrendar ahora se arriendan en 10 a 12 dólares por pie cuadrado, dice Whistler.

La presión de desplazamiento relacionada con el boom en marihuana está afectando a todo tipo de residentes de Denver, no sólo a los artistas. Un análisis realizado por el Denver Post encontró que la industria está fuertemente aglomerada en barrios de bajos ingresos que están ubicados a lo largo de las carreteras interestatales I-70 e I-25 de Denver. Se trata de una combinación de áreas residenciales y de industrias ligeras que también son donde vive una gran parte de la comunidad latina del área metropolitana. Estas áreas industriales también son donde los artistas tradicionalmente han encontrado espacios económicos para vivir y trabajar.

Lauri Lynnxe Murphy es una artista y curadora que hace 10 años ha estado trabajando en un garaje renovado que queda cerca del River North Art District (Distrito Artístico de River North). El dueño de la propiedad ha sido bueno con ella, pero la artista sabe que sus días en su estudio son contados. Espera perder su contrato de arrendamiento en cualquier momento. Es probable que esto la desplazará de Denver. “No se puede negar que hay cosas buenas y cosas malas que han surgido de la legalización”, dice Murphy. “Pero no se puede decir que no ha causado mucho dolor”.

La legalización ha estimulado un mercado fuerte de turismo y ha ayudado a aumentar los fondos tributarios. Las ventas legales de mariguana generaron 2,400 millones de dólares de impacto económico en 2015, según indica el Marijuana Policy Group (Grupo de Política sobre la Mariguana), una empresa de investigación de mercado con sede en Denver. Dichas ventas trajeron 18,000 empleos y 121 millones de dólares en ventas combinadas e ingresos provenientes de impuestos sobre ventas. Adam Orens, socio de Marijuana Policy Group, dice que espera que las cifras de 2016 sean todavía mayores que las de 2015. Según explica Orens, la marihuana es una industria de crecimiento en Colorado y eso probablemente seguirá así, si bien el estado quizás enfrente competencia si otros estados legalizan la mariguana recreativa.

Pero Orens también dice que a la industria de marihuana recibe demasiados méritos —y culpa— por los cambios económicos en la ciudad y en el estado. Piensa que los costos crecientes de vivir allí es un ajuste del mercado: el Denver moderno ahora tiene más en común con ciudades costeras caras como San Francisco o Boston que otras áreas metropolitanas en el oeste de las Montañas Rocosas. “En 2014 la legalización de la marihuana fue una curiosidad nacional; fue la razón por la que muchas personas vinieron a Colorado”, dice. “Ahora es otra comodidad más, tal como cervecerías artesanales, las montañas y esquiar”.

Sin embargo, el alquiler barato ya no es una de esas comodidades y eso tiene a algunos artistas locales preocupados en cuanto al destino a largo plazo de la escena cultural de la ciudad. En diciembre 2016 la ciudad cerró a Rhinoceropolis —un sitio underground popular y corazón de la cultura independiente de Denver— debido a violaciones del código contra incendios. Fue parte de un oleaje de tales cierres que recorrió el país después del incendio de la residencia Ghost Ship en Oakland, que mató a 36 personas. Pero los artistas que vivieron y trabajaron allí dicen que el local —el cual había estado activo durante 11 años— fue atacado a propósito como parte de la transformación del River North Arts District de la ciudad.

Básicamente la ciudad nos está sacando de los lugares que creamos y tratándonos de manera parecida a la que tratan a las personas sin techo”, dice Stephan Herrera, un artista quien vivía tanto en Rhinoceropolis como en Glob (otro espacio similar), ninguno de los cuales fueron zonificados como residencia. Herrera no culpa a la marihuana legal. Pero como no se puede trasladar a los almacenes, la comunidad artística independiente ha sido dispersada, lo cual dificulta la cosa para artistas jóvenes que están tratando de establecerse en la escena artística, según explica Herrera.

Es un tema de interés particular para Chandler Romeo y su esposo Reed Wiemer, quienes son dueños de la mayoría de los edificios en el Navajo Street Art District (Distrito Artístico de Navajo Street) en el noroeste de Denver. La pareja —ambos artistas— se mudaron a Denver en 1980 y compraron su primer edificio unos cuantos años después. A lo largo de los años agregaron cuatro más, empezaron una cooperativa artística que se convirtió en la galería Zip 37 y alquilaron espacio barato a las galerías. Entre éstas se encuentra ‘Pirate: Contemporary Art’, una de las galerías de arte más viejas de la ciudad. “Nos convertimos en coleccionistas de edificios en mal estado”, dice Romeo. Ellos compraron edificios sellados con madera que nadie quería.

Sus posesiones de bienes raíces volvieron ricos a Romeo y Chandler, por lo menos sobre el papel. Pero los crecientes impuestos y costos de seguro y mantenimiento estaban consumiendo el dinero de la pareja. Romeo y Chandler dicen que fueron obligados a subir los alquileres en sus edificios de manera significativa. Desde entonces Pirate y dos galerías más se han ido del Navajo Street Art District y la pareja dice que nuevos inquilinos —entre ellos una cafetería sin fines de lucro— pronto se mudarán para allá. La pareja dice que los artistas entienden y que no han perdido amigos. “Eso nos preocupó mucho. Es nuestro grupo de pares”, dice Romeo.

La ciudad y grupos culturales están haciendo varias propuestas para ayudar a los artistas a encontrar lugares asequibles donde puedan trabajar y vivir en Denver. Un desarrollo propuesto incluye 90 espacios para artistas de bajos ingresos en el River North Art District. Pero Mark Sink es uno de los que duda que los artistas puedan prosperar mediante esta ayuda financiera oficial. Piensa que la ciudad y los promotores inmobiliarios están vendiendo la historia artística de los vecindarios para promover el desarrollo que depende fuertemente de condominios, el cual está cambiando el aspecto de los vecindarios. “Es solo una gran fachada. ¿[Con un precio de] 30 dólares por pie cuadrado se considera un distrito artístico? Sí, claro…”.

Por su parte, Sink recientemente ha comprado un pequeño edificio ubicado fuera de la ciudad que ha estado sellado con paneles de madera desde 1980. No siente optimismo en cuanto al futuro de la escena artística de la ciudad.

“En 20 años se dirá ‘¿Qué pasó? ¿Adónde se fue toda la gente cool?’”.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.

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