Adiós al eterno 34: Los Ángeles llora a Fernando Valenzuela, 'El Toro' campeón de los Dodgers
LOS ÁNGELES, California.- El mundo le dice adiós a Fernando “El Toro” Valenzuela, pero para aquellos a quienes de alguna manera tocó con su legado, su partida ha sido un duro golpe y lloran por la partida de un grande, del eterno 34.
Tras darse a conocer la noticia de su muerte, varios aficionados fueron llegando a la que por una década fue su casa, el Dodgers Stadium. Una corona de flores fue puesta en la entrada, flores, veladoras, gorras y otros objetos se dejaron a manera de homenaje para el exbeisbolista que tantas alegrías dio a los angelinos.
El sitio donde se vivieron las glorias de Valenzuela volvió a ser testigo de la admiración que causaba, aún muchos años después de su retiro, los que lo vieron jugar, sus hijos e incluso nietos llegaron a darle el último adiós, vestían el que fue su uniforme, con el número 34 que quedó solo para él.
Poco a poco, la entrada del Dodgers Stadium se fue convirtiendo en un memorial improvisado al que no deja de llegar la gente, la tristeza es evidente, todo un país le llora, la comunidad hispana vio en él la representación del sueño americano, la inspiración para superarse y ver la vida de una mejor manera.
La ‘Fernandomanía’
Aquel joven que llegó a Estados Unidos sin saber una sola palabra de inglés, que venía de un hogar humilde y desentonaba con los beisbolistas de la época, se convirtió en leyenda. Su manera de jugar lo catapultó a lo alto del deporte mundial.
La ciudad necesitaba un héroe y Fernando Valenzuela lo fue, llegó en una época difícil para Los Ángeles, fue una especie de bálsamo para la turbulencia que había, se convirtió en un fenómeno no solo deportivo, también social y cultural , que sin duda será recordado por varias generaciones.
“Muy triste, murió mi ídolo de la niñez, de toda la comunidad latina. Durante unos años que fueron muy turbulentos aquí en esta ciudad, él los trajo todos juntos, todos sabían que cuando jugaba Fernando todo se paraba, todos lo miraban lanzar. Él hizo muchas cosas grandes, era un embajador, un buen modelo para la juventud. Era muy buena persona”, dijo Sergio, una fanático, a Univision Los Ángeles.
Valenzuela fue la encarnación del sueño americano, las personas lo recuerdan como inspiración para buscar una vida mejor, principalmente para la juventud, pero su legado no tiene edad, es una esperanza para cualquiera.