El miembro masculino podría encogerse por culpa de la contaminación, según expertos
Es un hecho irrefutable que la contaminación tiene efectos nocivos en la salud; sin embargo, poco se ha hablado acerca de los problemas en el ámbito sexual.
De acuerdo con los estudios de la epidemióloga ambiental Shanna Swan, las mujeres y, especialmente, los hombres experimentan varias dificultades reproductivas debido a los altos niveles de químicos industriales que hay en el ambiente.
¿Cómo nos afecta la contaminación?
Las nuevas generaciones de varones pueden ser especialmente afectados por la contaminación, ya que podría alterar el tamaño de su órgano sexual; es decir, reducirlo un par de milímetros.
En consecuencia, se presentan otros problemas como la disminución del libido y disfunción eréctil.
Para agravar la situación, todo parece indicar que la producción de espermatozoides también es menor.
Los estudios realizados por Shanna Swan, quien pertenece a la Escuela Icahn de Medicina en Nueva York, comprobaron que los hombres de hoy en día producen la mitad de espermatozoides, en comparación con sus abuelos.
Por otro lado, las mujeres que se encuentran en sus veintes son menos fértiles, a diferencia de dos generaciones más arriba.
Dichos resultados explican por qué los problemas estériles son cada vez más comunes en la sociedad actual. Incluso llegaron a la conclusión de que la fertilidad ha bajado un 50% en los últimos 50 años.
Estas cuestiones son provocadas por una alta exposición a los químicos usados para la fabricación de plástico, los cuales afectan directamente la producción normal de hormonas.
Otras sustancias nocivas para la salud sexual son el bisfenol A o el PFC, porque disminuyen el deseo sexual, así como el tamaño y grosor del pene.
¿Cuál es el futuro de la fertilidad si no se hace algo al respecto?
El plástico es uno de los materiales que más tarda en degradarse. Aun cuando no es perceptible a simple vista, sigue ahí como microplásticos.
Estas partículas son ingeridas por la fauna marina y llegan al cuerpo humano cuando se consumen mariscos.
Aunque esa no es la única forma. De acuerdo con un estudio realizado por Greenpeace y la Universidad Nacional de Incheon, en Corea del Sur, la sal también contiene microplásticos.
Tras hacerle pruebas a varias marcas a nivel mundial, notaron que el 90% contienen estas dañinas partículas.
El compuesto químico más nocivo se llama ftalato y se usa en los plásticos para incrementar su flexibilidad.
Una vez dentro del cuerpo de una mamá, los ftalatos son absorbidos por el bebé desde que está en el útero materno y continúan adquiriéndolo a través de la leche materna.
Los ftalatos son compuestos químicos usados principalmente en la elaboración de elementos que contengan plásticos PVC.
Pueden ser desde automóviles hasta productos de uso diario como cosméticos o productos de limpieza.
Los gobiernos no tienen mucho control sobre el manejo de estas sustancias, así que la especialista advierte sobre la importancia de crear medidas rigurosas para evitar una crisis de fertilidad.
Shanna Swan, advirtió que de no hacer algo al respecto el conteo de espermatozoides puede llegar a 0 para el año 2045.
Resulta increíble que casi nadie hable de las consecuencias de la contaminación en términos reproductivos. Los estudios arrojan pronósticos alarmantes que no debemos pasar por alto.
Si quieres conocer más a detalle sobre la problemática puedes hacerlo a través de las publicaciones de la Dra. Shanna Swan.
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