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Lactancia Materna

Una azafata amamantó al bebé de una pasajera en pleno vuelo y se convirtió en una heroína de la vida real

Publicado 15 Nov 2018 – 08:15 PM EST | Actualizado 15 Nov 2018 – 08:16 PM EST
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Un bebé llorando es de las situaciones más comunes en un vuelo, pero si el pequeño lleva horas así, resulta muy preocupante.

Y no sólo hablamos por la incomodidad de los pasajeros, sino por el bienestar del mismo pequeño, que en esta ocasión estaba hambriento y su madre se había quedado sin fórmula a la mitad del viaje.

Esto ocurrió en un vuelo de la aerolínea Philippine Airlines, en donde la situación estaba poniéndose seria, pero gracias al rápido actuar de una azafata, terminó en una bella historia que merecer la pena contar.

Patrisha Organo es la sobrecargo heroína de este relato, quien se encontraba en un vuelo muy importante para su carrera, era la prueba para saber si sería ascendida como Supervisora de cabina.

Todo transcurría con normalidad, contó Patrisha https://www.facebook.com/photo.php?fbid=2359808204033875&set=a.171615022853215&type=3&theater">a través su perfil de Facebook, hasta que el llanto del bebé fue tal, que la sobrecargo no tuvo otra opción más que acercarse a la madre para ver si todo estaba en orden.

«Con los ojos llorosos, me dijo que se había quedado sin leche de fórmula. Los pasajeros comenzaron a mirar y mirar fijamente al pequeño y frágil bebé llorando», narró Patrisha.

Entonces, en medio de la desesperación, la azafata hizo algo que la convirtió en una heroína de la vida real.

«Sentí un pinchazo en mi corazón. 'No hay leche de fórmula a bordo', pensé. 'Sólo hay una cosa que puedo ofrecer y esa es mi propia leche'. Y así se la ofrecí».

Inmediatamente la encargada del vuelo dirigió a la madre y a la azafata a la cocina, en donde amamantaría al bebé.

«El pequeño comenzó a comer, tenía mucha hambre. Vi el alivio en los ojos de su madre. Continué alimentando al bebé hasta que se durmió. La acompañé de regreso a su asiento y, justo antes de irme, la madre me lo agradeció sinceramente».

Patrisha tuvo un vuelo realmente especial, no sólo calificó como Supervisora y fue ascendida por su rápido actuar, también tuvo el privilegio de ayudar a un pequeño ser humano.

«Gracias, Dios por el regalo de la leche materna», concluyó su publicación.

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