¿Tu bebé se roza seguido? Podrías cambiar esto en su rutina (nada que ver con la pipí)
Las rozaduras en las pompitas del bebé son un problema común para las mamás y sus pequeños. Mientras sólo se trate de un enrrojecimiento de la piel que causa incomodidad, no deberías preocuparte demasiado. Nada que un ungüento, una higiene adecuada y cambios de pañal más frecuentes no logren contrarrestar.
Pero, ¿sabes por qué aparecen las rozaduras de pañal? Estas aparecen por otras razones menos conocidas y que no siempre tienen que ver con la pipí.
#1 Irritación
Este es el motivo más común. El contacto prolongado con la orina y las heces, irrita la sensible piel de los bebés. Y eso se intensifica en un ambiente cálido y húmedo, como el presente dentro del pañal. Uno demasiado ajustado o de un material que no permite el paso del aire puede empeorar dicho estado, como señaló Healthline.
#2 Alergias
Además del contenido del pañal, los productos que utilizamos cerca o en la piel del bebé pueden desencadenar una rozadura, de acuerdo con KidsHealth. Jabones, detergentes, toallitas húmedas e incluso el material o colorantes de los pañales pueden provocar una reacción alérgica en el pequeño. Y esto independientemente de qué tan limpio esté.
#3 Comida sólida
Cuando el bebé empieza a comer alimentos sólidos y su menú se vuelve más variado, la composición de su popó también se modifica. Estos cambios también pueden generar rozaduras y, a su vez, aumentar la frecuencia de las evacuaciones, como explicó la Clínica Mayo. Es cuestión de seguir cambiando el pañal en cuanto se ensucie, en lo que su cuerpo se acostumbra a la nueva comida.
#4 Infección
La humedad y el calor son características que los hongos y las bacterias adoran encontrar en sus casas. Por ello es importante mantener las pompis de los bebés limpias y frescas. Según KidsHealth, la orina también puede cambiar el pH de la piel del infante, lo que propicia el crecimiento de estos invitados no deseados que ocasionan rozaduras.
#5 Antibióticos
La Clínica Mayo detalló que los antibióticos se encargan de destruir las bacterias, a veces incluso a las que nos benefician. En los bebés se encuentran algunas bacterias que ayudan a mantener a raya a las malas que los enferman. Si estos organismos buenos no están, una infección puede hacerse presente.
Esto aplica no sólo para los bebés que toman antibióticos. Existe la posibilidad de que los efectos pasen de madre a hijo si se encuentran en periodo de lactancia.
Una mamá informada, vale por dos: