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Embarazo

Por qué amé los síntomas del embarazo que todas odian

Publicado 26 Sep 2016 – 01:54 PM EDT | Actualizado 5 Abr 2018 – 01:47 PM EDT
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De solo pensar lo que mi cuerpo está haciendo, cambió toda mi perspectiva…

No te contaré cuáles son los síntomas del embarazo porque tú ya los conoces, y de sobra. Ahora, lo que sí te contaré es por qué logré amar los síntomas del embarazo que seguramente tú, o muchas mujeres, odian. Y, créeme, la próxima vez que tu bebé te lleve a abrazarte del inodoro por la mañana, pensarás que no es tan malo al acordarte de lo que estás a punto de leer.

La lucha

Quizá, esto lo pienso por cuánto significa para mí estar embarazada, por la lucha que ello constituyó. Cuando tenía 20 y pocos, pensaba que todo sería sencillo, que tenía tiempo de sobra para esperar a ser madre, incluso me planteaba el querer realmente serlo. Hoy, con varios años más y una lucha, también de años, para poder quedar embarazada, las náuseas a la mañana o los pies hinchados me parecen cosas insignificantes.

El “detrás de escena” es lo más hermoso

En el embarazo, el cuerpo cambia tanto que pareciera que se encuentra en una lucha constante para hacer algo que vale la pena. Pensándolo bien, ¿sabes lo que significará para el cuerpo tener que crear una vida dentro de sí? Hasta el rincón más inhóspito debe de verse afectado, ¿no?

Creo, y estoy convencida, que esos síntomas que no podemos manejar, que nos hacen pasarla realmente mal y que van acompañados con las emociones a flor de piel, son recordatorios de la grandeza de lo que está ocurriendo dentro de nosotras. Quizá sea por eso que no puedo verlos como otra que cosa que como señales de algo hermoso y alentador.

Ver el lado positivo de las cosas es la mejor forma de ser feliz

Cuando era pequeña, me gustaba mucho escuchar una canción que decía “la vida tiene el color del cristal con que se mira, lo bueno es ver que el amor hace más linda la vida”. ¡Cuánta verdad en una estrofa!

Cuando pienso en que mis piernas parecen haber sido un campo de batalla al estar llenas de várices, no pienso en lo horrible que lucen o cómo duelen, pienso que por esas venas corre el amor por mi bebé, que no puede dejar de expandirse de tan enorme que es.

Cuando pienso en todos los granitos que tengo, y por todas partes brotando como maleza, pienso que son pequeños besos que mi bebé me está dando por todo el cuerpo.

Pensando así, no puedo tomar a los síntomas del embarazo como cosas que odio o vivir quejándome de ellos. Si los tengo, es por algo maravilloso y debería estar agradecida de pasar por esta pequeña lucha y conseguir algo enorme en la vida, ser mamá.

¿A que ahora también amas lo síntomas del embarazo que todas odian? ¡Lo sabía!

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