Este es el motivo por el que las andaderas son peligrosas para tu bebé
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), las andaderas fueron creadas con el propósito original de rehabilitar a las personas que por nacimiento o accidente, presentaban dificultades motrices para caminar. Su uso entre los bebés se popularizó a mediados de 1950 y aún hoy día son un accesorio común durante el crecimiento de los niños.
A pesar de lo anterior, la Academia Americana de Pediatría (AAP), lleva años combatiendo su uso.
Las investigaciones de la APP no sólo encontraron que de 1990 a 2014, unos 230 mil 676 bebés estadounidenses acudieron a la sala de emergencias por lesiones relacionadas con andaderas (caídas, estiramiento de tendones, etc.); la bibliografía disponible también asegura que la utilización de estos aparatos retrasa el desarrollo y la fuerza natural.
Como estos dispositivos "adelantan" algunos movimientos, los bebés se ven obligados a ceder ante posturas y desplazamientos involuntarios. Aunque las lesiones de la andadera en este sentido no han llegado a ser fatales, si se ha comprobado que retrasa en gran medida la edad para que los niños caminen solos.
La revista especializada Pediatrics, resalta un estudio de la APP que además reitera la inutilidad de las andaderas: no potencían en ningún momento el desplazamiento, ni su uso conlleva a que el bebé camine más pronto. Por el contrario, el abuso de este aparato lo vuelve dependiente y elimina el gateo natural del primer año de vida.
Este artículo además menciona la importante correlación entre el desarrollo motriz y mental del niño: de forma natural el bebé primero se arrastra, luego aprende a sentarse, a gatear y por último a caminar. Este ciclo se rompe con las andaderas.
Si se compara a un niño que no usó andadera con uno que sí, el primero tendrá más ventajas de coordinación y exploración.
Por otra parte, el texto cita que al no verse los pies, los bebés con andadera no tienen buena percepción del espacio que ocupan.
Como instinto natural, buscarán verlos constantemente y esto ocasionará que caminen con las piernas abiertas, un hábito que puede perdurar años aún cuando ya hayan aprendido a caminar por sí solos. Esto podría desencadenar graves alteraciones ortopédicas.
La APP ha pedido en múltiples ocasiones a los padres evitar la compra de andaderas. Además, tienen múltiples iniciativas en Change.org para sacarlas del mercado dirigidas a la Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo en los Estados Unidos.
Es mucho mejor si el bebé desarrolla sus movimientos de forma natural bajo el continuo chequeo de un pediatra, antes de comprarle cualquier aditamento o juguete para "potenciar" sus habilidades, no olvides consultar a un especialista.
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