8 famosos que demostraron que es necesario fracasar antes de ser exitoso
Si creías que el éxito se alcanzaba de la noche a la mañana y que el triunfo no es más que un golpe de suerte, te sorprenderá saber que nada tiene que ver con eso (aunque un poco de suerte siempre es bienvenida).
Un aspecto esencial a tener en cuenta si quieres ser exitoso algún día es que depende pura y exclusivamente de ti; nadie tocará tu puerta para entregarte un manual sobre cómo debes cumplir tus sueños, porque son tuyos y nadie podrá hacerlo mejor que tú.
Una vez que comiences a intentarlo, es necesario saber que te llevará un tiempo. Fracasarás, una, dos, tres y tantas veces como lo necesites hasta que hayas adquirido la experiencia suficiente, porque los fracasos no son más que aprendizajes para fortalecernos. Por supuesto que nadie disfruta del amargo sabor del rechazo, pero puedo asegurarte que ninguna persona exitosa ha llegado hasta donde está sin haber sido rechazado al menos una vez.
Y si quieres comprobarlo... lee a continuación:
1. Steven Spielberg
Para probar la magnitud de su éxito basta con decir que la universidad que lo rechazó en dos oportunidades, muchos años después construyó un edificio en su homenaje. El rey de la cinematografía ha obtenido 3 premios Óscar a lo largo de su carrera y ha producido una enorme cantidad de películas superexitosas.
2. J.K Rowling
La escritora del exitoso fenómeno de Harry Potter no siempre fue famosa y reconocida por su espíritu tan inspirador, sino que antes de ser una de las mujeres más ricas del mundo era una madre soltera en quiebra y terminando sus estudios.
3. Steve Jobs
Si pensamos en el éxito de Steve Jobs es imposible no asociarlo con Apple. Pero, ¿sabías que Jobs fue destituido de esta compañía una vez? Fue una expulsión muy pública y que tuvo un impacto muy negativo en su vida. No obstante, Jobs regresó y a partir de allí esta compañía no paró de crecer.
4. Meryl Streep
Mientras sostiene uno de sus tres premios Óscars, hoy la actriz puede reírse de aquel productor que le dijo que era ''demasiado fea'' para tener un papel en la película King Kong. ¿Es necesario decir algo más?
5. Walt Disney
Antes de que su apellido se convirtiera en uno de los símbolos de entretenimiento más reconocidos del mundo y representara un lugar al que muchos niños sueñan con ir, Walt Disney no la tuvo fácil.
Su editor lo despidió porque consideraba que ''no tenía ideas buenas ni suficiente imaginación'', y ese fue uno de varios fracasos que atravesó hasta que el estreno de Blancanieves lo cambió todo.
6. Oprah Winfrey
La reconocidísima conductora de tv Oprah Winfrey fue despedida de su primer trabajo en televisión porque ''emocionalmente se involucraba demasiado'' con las historias. Pero por supuesto que no se dio por vencida y se convirtió en la reina de los talk shows, y hoy es dueña de un gigantezco imperio en los medios con un valor neto de 3 billones de dólares según la revista Forbes.
¿Alguien dijo demasiado involucrada?
7. Stephen King
Tal vez es de su esposa de quien deberíamos aprender, ya que es gracias a ella que el libro Carrie salió a la luz y vendió 350 millones de copias. El escritor había tirado el manuscrito a la basura porque no estaba conforme con el resultado... ¿qué pensaría de mis manuscritos, entonces?
8. Lady Gaga
La primer discográfica de la cantante canceló su contrato después de 3 meses. Pero de seguro ya están muy arrepentidos de haberlo hecho, ya que hoy es un gran ícono del pop con 6 grammys en su historial y muchos más por delante. Además se ha convertido es una activista referente en los derechos LGBT y hace grandes contribuciones para la prevención del HIV.
¿Todavía tienes alguna duda de que el fracaso es una parte importantísima del éxito? Pues, nadie nace en la cima, sino que se necesita trepar para llegar a allí y habrán muchas rocas en el camino.
Lo que diferencia a las personas que alcanzaron el éxito de aquellas que no, es simplemente que los primeros decidieron que no se darían por vencidos hasta lograrlo.
Por lo tanto, nunca te rindas, las caídas son la más clara señal de que lo estás intentado y seguirás haciéndolo hasta lograrlo.