Trucos para limpiar el cristal

El cristal es parte vital de muchos de los productos que utilizamos ya sea para cocinar o servir alimentos. El mismo requiere un cuidado especial a la hora de limpiar, porque las manchas pueden hacer destrozos en nuestros jarrones o bien copas de cristal. Cómo limpiar el cristal, es algo que te contamos en estas líneas, pequeños consejos que te permitirán que el mismo siempre luzca como nuevo.

Cómo limpiar vajilla de cristal

Para limpiar el cristal se requieren paños y detergentes suaves. Si vamos a limpiar vajilla y accesorios de cristal como platos u otros debemos llenar el lavabo con agua tibia o caliente y agregar una pequeña cantidad de detergente que se mezcle bien, colocando en el mismo lo que queremos limpiar. Usamos un paño suave para frotar la superficie o si el objeto a limpiar es muy pequeño, un cepillo de dientes. Luego de ello hay que secar con un paño limpio y suave, es mejor secar que escurrir porque se pueden manchar.

Cómo limpiar los cristales de las ventanas

Para que los vidrios de las ventanas y los espejos luzcan perfectos, hay que usar paños suaves, toallas de papel, papel periódico, alcohol, vinagre y agua. Se puede hacer un limpiador de vidrios en casa mezclando, una copa de alcohol, una taza de agua y 1 cucharada de vinagre, o bien una mezcla de partes iguales de vinagre y agua.

Pulverizamos el limpiador a la superficie de la ventana. Si la superficie tiene mucha suciedad, hay que usar un paño suave humedecido con la mezcla de limpieza fregando de arriba hacia abajo, luego usamos un paño sin pelusa para terminar de secar. Debemos repetir los pasos cuanto sea necesario para que el cristal quede totalmente limpio. 

Limpiador de cristal hecho en casa 

La mezcla de vinagre con agua, es una de las más populares para limpiar cristales y además resulta muy económica. También el uso de papel periódico para limpiar el cristal es una forma fácil y económica de hacerlo.

Así que usando alguna de las mezclas sugeridas y procedimientos básicos podemos presumir de tener en casa con cristales maravillosamente limpios.