Como un año de aprendizaje y crecimiento, así resume el artista este 2016, que casi llega a su fin. A pesar de su impase con la justicia en Carolina del Sur, Hernández dice estar contento y trabajando para mantenerse alejado de las bebidas alcohólicas. Él estuvo en Los Ángeles repartiendo regalos a los niños y compartiendo con su fanaticada antes de Navidad.