La explosión ocurrió a bordo de un autobús mientras un grupo de peregrinos regresaba de visitar la Basílica de Guadalupe en México. De acuerdo con las autoridades, un cohete de fuegos artificiales impactó al vehículo y una chispa cayó dentro del motor, provocando que estallara en llamas. La mayoría de los pasajeros y el chofer sufrieron heridas graves.