"Somos más": estudiantes de Parkland piden incluir a más latinos y minorías en el movimiento contra las armas
PARKLAND, Florida.- "Queremos mostrar que esta escuela no solo son estas caras, son 3,300 caras más que han sufrido y han botado lágrimas por esta causa", dice Lorena Sanabria, una estudiante de Parkland de 16 años y origen colombiano.
El movimiento Never Again, nacido en la escuela Stoneman Douglas tras la masacre del Día de San Valentín, ha crecido tan rápida y abruptamente que sus efectos y su eco han sido imprevisibles e incontrolables. Ahora un pequeño grupo de alumnos pide que la causa contra las armas incluya a más hispanos, afroestadounidenses y otras minorías.
Junto a Sanabria, una decena de estudiantes de la escuela secundaria Stoneman Douglas se conectaron este viernes por Skype con líderes latinos reunidos por la universidad de Harvard y aprovecharon para reivindicar que las voces hispanas en Parkland van más allá de Emma González.
De González, la magnética e improvisada líder estudiantil de origen cubano, le reconocen su fuerza y pasión. Y como ella están Cameron Kasky, el fundador de Never Again, y David Hogg, un huracán de influencia en redes sociales. "Los medios de comunicación siempre buscan a esas personas", dijo Lorena Sanabria a Univision Noticias.
Pero hay cientos de estudiantes que "también tienen historias y una voz que quieren proyectar. No queremos que nadie se sienta opacado", subrayó.
Reunidos por Carlos Rodríguez, un venezolano que retrata la vida escolar en su canal de Youtube, la mayoría de estudiantes era de origen hispano –de Colombia, Venezuela, México, Honduras y Ecuador– pero también había afroestadounidenses y asiáticos.
Morgan Williams, una alumna negra de 17 años de la Stoneman Douglas, explica que "hay otros estudiantes" que los líderes de Never Again.
"Parkland es una zona predominantemente blanca, republicana y rica. Pero la violencia armada ocurre permanentemente en otras ciudades del país. Hay gente que lidia con ella cada día", dijo a Univision Noticias.
De hecho, gracias al movimiento Never Again, nacido en esta pequeña ciudad residencial de Florida, organizaciones comunitarias de zonas urbanas empobrecidas del país han recuperado cierta esperanza. Activistas en ciudades como Chicago, Nueva York, Oakland y Los Ángeles quieren aprovechar para dar visibilidad a las balas cotidianas en sus barrios más allá de los tiroteos masivos.
Los estudiantes que piden más voces latinas no son un grupo opositor al Never Again. Dicen que quieren sumar y prueba de ello fue la presencia de Alfonso Calderón, de origen español y del núcleo duro del movimiento.
"Aunque mi prioridad esté con el grupo March for Our Lives, es extremadamente importante que la comunidad latina tenga una voz. Estos chicos también pasaron por la misma tragedia el 14 de febrero. Aunque no estén en ese grupo, merecen que su voz sea escuchada", subrayó.
De hecho, sin conexión aparente con este encuentro de estudiantes, Emma González tuiteó este viernes a los reporteros y pidió –en tono de enfado– que busquen historias más allá de ella y otros progonistas de Parkland.
Una causa latina
El pequeño grupo quiere también que los hispanos del país se sumen al movimiento nacional contra la violencia armada. "El dolor de perder una persona por las armas es algo que todos podemos sentir", explica el estudiante Carlos Rodríguez. "Y que todos debemos arreglar".
El homicidio es la segunda causa de muerte entre hispanos de 15 a 24 años, según Violence Policy Center. Y un latino en Estados Unidos tiene el doble de probabilidades de morir por un arma que un blanco. Entre 1999 y 2015, unos 54,000 hispanos murieron por culpa de un arma.
Los jóvenes son una de las principales víctimas latinas por armas, especialmente en barrios conflictivos y con presencia de las pandillas juveniles. En March for Our Lives, la masiva protesta en la capital federal el pasado sábado, Edna Chávez puso voz a esas comunidades.
"He vivido en el sur de Los Ángeles toda mi vida y he perdido a muchas personas queridas por culpa de la violencia de las armas. Es algo normal. Tan normal como que aprendí antes a esquivar las balas que a leer", dijo Chávez al contar ante la multitud cómo su hermano Ricardo murió en un tiroteo.
Entre los latinos de la Stoneman Douglas, es habitual escuchar que partieron de sus países y se instalaron en la tranquila zona de Parkland por razones de seguridad. Familias que abandonaron el estado de México por una violencia cada vez más diaria, que dejaron Brasilia por la expansión de los secuestros o que emigraron de Colombia por el conflicto armado en el país.