La película de Scooby-Doo iba a ser originalmente para adultos y R-rated, según James Gunn
A principios de los 2000, mucho antes de convertirse en uno de los directores más aclamados de Marvel con sus Guardianes de la Galaxia, James Gunn daba sus primeros pasos en Hollywood como guionista.
Casi que se puede rastrear el éxito de Guardianes de la Galaxia, o en todo caso los elementos que la hicieron tan exitosa, en los primeros trabajos de Gunn: escribió el guión de Tromeo and Juliet (1996), una adaptación libre, deliberadamente transgresora y violenta del clásico de Shakespeare, y luego incursionó en los superhéroes escribiendo la película The Specials, una producción independiente de bajo presupuesto que subvierte el género al sacar toda la acción y los efectos especiales, y mostrar a «los superhéroes más famosos del mundo» en sus ratos libres y en sus vidas cotidianas y mundanas.
Después de esto, James Gunn escribió el guión de Scooby-Doo, la película live-action basada en la clásica serie de Hanna-Barbera y protagonizada por Matthew Lillard, Sarah Michelle Gellar, Freddie Prinze Jr. y Linda Cardellini.
Acaban de cumplirse 15 años del lanzamiento de Scooby-Doo, y aprovechando la ocasión, James Gunn recordó su experiencia con la película, revelando también sorprendentes detalles de la producción.
Por ejemplo, que una versión original de Scooby-Doo había sido calificada como R-rated, es decir restringida para el público infantil y adolescente:
Scooby-Doo no fue muy bien recibida por la crítica, que aunque elogió al elenco (especialmente a Matthew Gillard en el papel de Shaggy) consideró que el humor y los chistes eran demasiado tontos. Tal vez esto no sucedía en la versión original.
En su post de Facebook Gunn también contó algunas divertidas anécdotas de esas que les gustan a todo el mundo porque involucran a estrellas de Hollywood, como los juegos de laser tag que todo el elenco realizaba durante horas en una enorme casa que Freddie Prinze Jr. y Sarah Michelle Gellar habían alquilado en Australia, donde se rodó la película, o el karaoke de “Girls Just Wanna Have Fun” que hizo junto a Isla Fisher y Linda Cardellini.
«Sé que tengo ese video» recuerda Gunn, «y creo que chantajear a Linda e Isla con él puede ser un buen regalo propio de aniversario. Aunque pensándolo bien, ellas también podrían utilizarlo para chantajearme a mí».
Pese a las pésimas reseñas críticas de Scooby-Doo (que deprimieron a Gunn porque leía todas y cada una de ellas), la película fue un gran éxito de taquilla, así que el director de Guardianes de la Galaxia recordó por último este aspecto que fue lo que le abrió su carrera en Hollywood:
Después de Dawn of the Dead Gunn escribió también la secuela de Scooby-Doo, que ya no fue tan exitosa como la anterior, lo que le permitió abrirse camino propio y hacer su gran debut como director, con la comedia de horror Slither.