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Cambio Climático

Cómo las olas de calor nos están haciendo envejecer más rápido

Investigadores de la Universidad de Hong Kong realizaron pruebas médicas como presión arterial, inflamación, colesterol, función pulmonar y hepática, entre otras.
Publicado 26 Ago 2025 – 05:39 PM EDT | Actualizado 26 Ago 2025 – 05:39 PM EDT
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Las olas de altas temperaturas no solo aumentan el riesgo inmediato de golpes de calor o muertes prematuras, sino que también aceleran el proceso de envejecimiento en las personas.

Es la conclusión de una investigación liderada por la Universidad de Hong Kong y publicada en la revista Nature Climate Change, que analizó datos de casi 25.000 adultos en Taiwán durante un periodo de 15 años.

Según el análisis, la exposición acumulada a temperaturas extremas mostró un impacto en la “edad biológica” —un indicador de cómo está envejeciendo el cuerpo— comparable con daños provocados por hábitos como fumar, beber alcohol, tener una mala dieta o hacer poco ejercicio.

Así se realizó el estudio que determina que las olas de calor aceleran el envejecimiento

El equipo dirigido por la profesora Cui Guo, de la Universidad de Hong Kong, examinó la relación entre la cantidad de días de olas de calor y los cambios en la edad biológica de los participantes.

Este indicador se calculó a partir de pruebas médicas como presión arterial, inflamación, colesterol, función pulmonar y hepática, entre otras. Luego se comparó con la edad cronológica de cada persona.

Los resultados revelaron que quienes experimentaron al menos cuatro días adicionales de calor extremo en dos años vieron incrementada su edad biológica en unos ocho a 12 días. En trabajadores al aire libre, la cifra ascendió a 33 días de envejecimiento acelerado en el mismo periodo.

Aunque pueda parecer un cambio menor, la autora de la investigación señala que los efectos se acumulan de forma considerable a lo largo de décadas.

La investigación advierte que este fenómeno constituye un “cambio de paradigma” en la forma de entender los riesgos del calor, ya que no se trata solo de emergencias puntuales, sino de un deterioro silencioso y prolongado de la salud humana.

Los autores también destacaron que el daño identificado se mantuvo significativo, incluso aunque algunas personas tomaran medidas de adaptación, como pasar más tiempo bajo sombra o usar aire acondicionado.

Esto sugiere que el cuerpo nunca llega a escapar totalmente del impacto del calor extremo.

Poblaciones en riesgo, según estudio sobre afectaciones causadas por olas de calor

El estudio se da a conocer en medio de récords históricos de calor. El año 2024 fue el más cálido desde que hay registro y el mundo vivió 41 días adicionales de calor extremo, de acuerdo con un análisis del World Weather Attribution.

En Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) entre 1999 y 2020 se registraron 15,707 muertes por calor, con un marcado aumento en los últimos años. Además, cada año se estiman más de 67,000 visitas a urgencias y más de 9,000 hospitalizaciones por enfermedades relacionadas con el calor.

Los investigadores alertan que los efectos sobre la salud podrían ser mayores en poblaciones con más adultos mayores, como Taiwán, Italia o España. De la misma manera están en riesgo quienes carecen de aire acondicionado, viven en barrios pobres o trabajan al aire libre.

Estos grupos no solo sufren mayores cargas inmediatas por calor, sino también un proceso de envejecimiento acelerado que incrementa la probabilidad de enfermedades cardiovasculares, diabetes o deterioro cognitivo.

Los resultados del estudio de la Universidad de Hong Kong coinciden con otra investigación reciente publicada en la revista Science Advances. En este se analizó a más de 3,600 adultos mayores en Estados Unidos y encontró que quienes viven en zonas con episodios frecuentes de calor extremo —temperaturas de 90º F o más— presentan un envejecimiento biológico acelerado a nivel molecular en comparación con los que viven en áreas más frescas.

Los resultados sugieren que las olas de calor y el aumento de temperaturas ligados al cambio climático podrían estar modificando químicamente el ADN de las personas, acelerando así su proceso de envejecimiento biológico.

La especialista Kristie Ebi, de la Universidad de Washington, dijo a The New York Times que los resultados del estudio reciente abren la puerta a políticas públicas de adaptación, como subsidios para aire acondicionado en personas vulnerables. Pero también advirtió que el uso masivo de estos equipos incrementa el consumo energético y, consecuentemente, empeora el cambio climático.

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