Muñecos con piel negra y personas de color en libros: la importancia de la representación afro en los salones de clases
SAN LEANDRO, California.- Reena Valvani, maestra de kínder de la escuela primaria Jefferson en San Leandro, afirma es muy importante hacer sentir a los estudiantes, desde pequeños, que sus distintos rasgos raciales y color piel son parte de la riqueza cultural de este país y del mundo.
El salón de clases de la maestra Reena es el reflejo de una sociedad multicultural, donde todos los días se celebran las diferencias y se resalta que no hay ningún color de piel u origen racial mejor que otro.
“Para mí, como puedes ver en mi salón, es muy importante que los niños se sientan reflejados en los libros, en los muñecos, porque cuando yo era chiquita en los libros había puros güeros, y cuando la gente me decía de chiquita qué significa ser de Asia o cómo es ser de la India, me moría”, compartió.
La educadora habla de su propia experiencia como estudiante, cuando en los muñecos o libros que utilizaba no había representación de personas de color.
“Oh, Dios mío, me sentí muy sola, no me sentí conectada con lo que estaba aprendiendo en la escuela, entonces para mí es muy importante que los niños se sientan reflejados en todo lo que vemos en la pantalla, en los libros que leemos, para que ellos sepan que este mundo es de ellos y que ellos son importantes”, dijo.
Es por eso que en su salón de clases en San Leandro no es raro ver muñecas y muñecos con todos de piel distintos, desde lo que conocemos como piel morena hasta negra. Las paredes de su aula también son un reflejo de esto, pues están llenas de retratos y dibujos de personas afrodescendientes, lo mismo que sus libros.
La maestra Reena es de la India, pero habla español con naturalidad con sus dos asistentes en el salón de clases, quienes son madres de familia mexicanas.
La importancia de sentir orgullo del propio color de piel
Diana Samaniego, madre de dos hijos, un niño y una niña, ha experimentado de cerca la importancia de ensenarle a los pequeños a sentirse orgullosos de su color de piel.
“Mi niña, ella es morenita como su papá, pero ella nunca ha tenido problema con su color, ella dice que es de chocolate, pero con leche, tiene leche por mí, dice, está a la mitad, pero me gusta, porque ella ha tenida amigas que por su color de piel han tenido lamentablemente bullying, es algo muy triste”, dijo.
Con la voz entrecortada al recordar la experiencia, continúa hablando de incidentes relacionados con el color de piel entre los niños.
“Su amiguita llegó un día y le dijo a su mamá llorando que ella no quería ser morena porque le hacian bullying en la escuela y ella se pintó de blanco. Para mí fue algo muy fuerte, que no sucedió en mi caso con mi niña, pero esto es lo que quiero inculcarle a mi niña: se tiene que amar como ella es y hasta ahorita ella no ha tenido problema, ella ama su color”, contó.
América, quien también es una mexicana madre de dos hijos, dice que en su casa se ha asegurado de ensenarle a sus pequeños que el valor de las personas no se mide por el color de la piel.
“No importa de dónde vienes, ni cómo eres, eres persona, eres humano y eso vale. Lo que tienes adentro, el corazón que tienes, creo que es lo más valioso. Entonces hemos enseñado a que vean a las personas a través del corazón”, señaló.
Una realidad multicolor en las aulas
La maestra Reena mostró algunos de los libros y juguetes que utiliza en su enseñanza y todos reflejan una realidad multicolor.
Además, conto que cada año hacen un ejercicio donde los niños se dibujan y describen su color de piel en términos como café con leche y color caramelo.
“Hacen la conexión, ‘ay, mira, él tiene piel de chocolate’, ‘yo también tengo piel de chocolate como tú, Reena’, hacen las conexiones y se sienten. De acuerdo, esta es mi escuela y hay libros que tratan de niños como yo”, dijo la maestra.
El objetivo del proyecto del Mes de la Historia Negra, según la maestra Reena, es celebrar la belleza que cada uno tiene.
Cuándo se puede comenzar a hablar sobre temas raciales con niños
Un estudio publicado por la Asociación de Psicología de los Estados Unidos reveló que la mayoría de los adultos en EEUU creen que los niños deben haber cumplido por lo menos 5 años para comenzar a hablar con ellos sobre temas raciales.
Sin embargo, investigadores han encontrado que para el nivel preescolar algunos niños podrían haber desarrollado ya ciertos prejuicios raciales.
Jessica Sullivan, doctora en psicología del Skidmore College, advierte que retrasar este tipo de conversación puede hacer más difícil cambiar las ideas racistas que los niños puedan crearse.
“Los niños son capaces de pensar sobre temas muy complejos a una edad muy temprana. Aún si los adultos no quieren hablar con ellos sobre racismo, ellos buscarán la forma de que su mundo tenga sentido y llegarán a sus propias conclusiones, las cuales podrían ser equivocadas o dañinas”, indicó.
Múltiples estudios han mostrado que desde los 9 meses los bebés usan la raza para categorizar los rostros, mientras que a los 3 años los niños en Estados Unidos asocian a ciertos grupos raciales con características negativas.