Una madre de las víctimas de los hispanos ahogados en el lago Lavon no quería que su hijo fuera esa tarde a pescar
WYLIE, Texas.- Tres hombres hispanos murieron ahogados en el lago Lavon después de que una tormenta volteó su lancha, confirmaron las autoridades y la madre de una de las víctimas relata que a veces no puede creer que su hijo ya no esté.
Susana Bibiano Medina, madre de Rafael Olea, recuerda que le pidió a su hijo no ir al lago ese día, pero no fue así.
“Le digo: ‘Rafa, ¿qué van a hacer?’ A mi sobrino igual, le dije al niño, aquí estaba en la casa, le digo: ‘¿qué van a hacer si mañana tenemos mucha comida? Mañana es el Día del Padre’”, cuenta Susana.
“Ese día yo le dije: ‘si ni se comen los pescados, ¿pa’ qué van? ¿Para qué van?’ Y no hicieron caso”, dice la madre.
Los hombres que fueron a pescar ese día eran Rafael Olea de 30 años, junto con su primo, Julio González, de 34 años y su jefe y tío político, José María Domínguez, de 60. Ellos eran residentes del área de Plano, dijo la Oficina del Alguacil del Condado de Collin.
El hijo de Domínguez también los acompañó, y fue el hombre que sobrevivió en el accidente al sujetarse de un árbol y fue quien llamó al 911.
Los hechos ocurrieron el sábado 18 de junio y apenas hoy por la mañana el equipo de buzos recuperó el tercer cuerpo, dijeron las autoridades.
La madre de Rafael cree que su hijo ayudó a los demás en el lago Lavon
Rafael Olea era el tercer hijo de seis de la señora Susana. Incluso, ella cuenta que decidió ir al lago esa noche, cuando Rafa seguía desaparecido.
Susana cuenta que Rafael sí sabía nadar y que ella lo enseñó desde que era chico. Por eso ella cree que si Rafael se ahogó, fue porque ayudó a alguien.
“Por eso yo digo que mi hijo murió luchando (por) salvar a su primo y al patrón”, dice Susana. “Pero Rafa no pudo haberse ahogado. No pudo haberse ahogado Rafa; Rafa sabe nadar”.
Aparentemente, cuando el bote en el que iban se volteó, el hombre que sobrevivió nadó a la orilla y se sujetó del árbol, cuenta Susana. Ella también afirma que ninguno de los demás ocupantes del bote sabía nadar.
Por lo pronto, la familia de Rafael está esperando que le entreguen el cuerpo y piensan que tal vez lo enviarán a Acapulco, en México, para darle sepultura.
¿Qué se debe saber cuando alguien nada en un lago?
La Cruz Roja advierte que nadar en un río o un lago no es igual que nadar en una piscina. La gente debe estar atenta, porque puede haber:
- Cambios inesperados del aire o agua.
- Corrientes y olas (aguas poco profundas).
- Rocas, escombros, vegetación, animales.
- Caídas inesperadas.
Además, ninguno de los tripulantes del bote sabía que venía una tormenta. Por ello, el sitio de embarcaciones Bennington recomienda lo siguiente:
- Siempre verificar el tiempo local.
- Usar siempre chaleco salvavidas.
- Estar atento a señales, como nubes oscuras en forma de yunque, cambio en la dirección del viento y aire mucho más frío, porque significa que una tormenta se acerca.
- En estos casos, la gente debe salir del agua.