Creyó tener gripa, pero quedó en coma y olvidando 20 años de recuerdos: historia se hace viral
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Este último es el caso de Claire Muffett-Reece, una periodista inglesa que confundió los síntomas de una encefalitis (inflamación del cerebro) con los de un resfriado, así que tras acostarse en su cama para descansar terminó en coma varias semanas. Una vez que despertó no recordaba los últimos 20 años de su vida.
La vida de Claire Muffett-Reece cambió el Día del Padre
En junio de 2021, Claire creyó que su hijo Max la había contagiado de gripa, por lo que en pleno festejo del Día del Padre decidió irse a dormir para descansar. Sin embargo, a la mañana siguiente no despertó.
Fue trasladada al Hopital Broomfield, Inglaterra, donde sufrió convulsiones que la dejaron en coma y dependiendo de un respirador. Ante el empeoramiento de su condición, la mujer fue llevada al Royal London Hospital para recibir la atención de especialistas en Neurología, quienes encontraron una encefalitis que inflamó su cerebro debido a un virus que contrajo.
Tras la prescripción de diversos medicamentos, los doctores controlaron las convulsiones y Claire dejó el soporte viral 16 noches después. Pero al despertar comenzó a hacer preguntas sobre el pasado, dejando claro que no recordaba los últimos 20 años de su vida.
La inglesa sí recordaba y reconocía a sus hijos, pero no detalles como sus partos, cumpleaños o cosas que les gustaban. También sabía quién era su esposo, pero no cuándo fue su boda o dónde vivían. Incluso algunos familiares cercanos le eran familiares, aunque le extrañaba ver ciertas arrugas en su rostro cuando se veía al espejo.
La recuperación de Claire Muffett-Reece fue lenta, pero lo vio con optimismo
La pérdida de memoria suele ser un efecto secundario muy común de la encefalitis y no hay garantía de que los recuerdos vuelvan. A pesar de ello, Claire no se acongojó, mostrándose abierta a producir nuevas y felices memorias para lo que resta de su vida.
Otro efecto colateral que sufrió la mujer fue que tuvo que aprender a caminar, bañarse y hasta vestirse de nuevo. Incluso su estado de ánimo también cambió, porque se irritaba con mayor facilidad. Sin embargo, sus amigos y seres queridos fueron comprensibles con ella y la visitaron a menudo para que volvieran sus recuerdos.
Aunque la inglesa le dijo adiós a su licencia de conducir, a cocinar y está empeñada en volver a conocer a profundidad a sus hijos; su carrera como periodista sigue en pie, pues no volvió cómo escribir y la está retomando.