Una deuda de sangre en Hawaii Five-0 [Critica 3x13]
Este fue un episodio especial, donde no sé si el equipo se habrá lucido o no, pero era justo lo que necesitaba. El toque de adrenalina necesario para comenzar bien la semana y no dejar que decaiga. No obstante, hubo algunas cosas no me gustaron, sin embargo fueron menos que más y no opacan al capítulo en sí.
En “Olelo Ho’apa’I Make (Death Sentence)” nos encontramos con que han secuestrado a Chin ( Daniel Dae Kim) en medio de la noche y lo han dejado en la prisión Halawa, de la que deberá salir antes que los prisioneros sepan que es policía. Mientras que Kono ( Grace Park) comienza a dudar de Adam y si de verdad está dejando todo atrás.
Sentencia de muerte
Ya me quedó claro que esta temporada es en contra de Chin. Primero le matan a la esposa y casi a la pobre de Kono, luego por tres capítulos recordamos su historia con Malia y cuando las cosas parecían comenzar a irle bien, lo secuestran. Me están molestando, no sé si aguanto tanto maltrato. Pensé inútilmente que le darían un descanso, pero no. Aunque creo que después de todo tendrá algo de felicidad.
Dentro de la prisión, Chin se encuentra con un aliado que nunca hubiera imaginado, ni yo siquiera: San Ming ( Will Yun Lee). Obviamente tiene motivaciones propias y no es muy de confianza, pero sus intenciones son buenas y en cierta manera quiere retribuir lo que hizo Kono por él. Sin embargo, fiel a su estilo, termina traicionando a Chin y llevándolo con cierto policía corrupto que quiere su cabeza.
A pesar de todas las idas y vueltas, Ming, logra lo que quería: escapar. Lo que me lleva a preguntarme, ¿volverá a aparecer para ayudarlos en un futuro caso?, ¿volverá a prisión?, ¿qué será de la vida de este personaje?
El problema era que ni Steve (Alex O’loughlin) ni todo el Five-0, pensaba que uno de ellos estaba en problemas. Hasta que la psicóloga aparece y les dice que está desaparecido, ahí empezaron a investigar. El responsable de todo era el hermano de Frank Delano que volvió a la isla para vengarse de su muerte, encarnado por Daniel Baldwin. Me encantó ver que los hermanos en la vida real, lo eran también en la ficción. Además Danno ( Scott Caan) se mostró agresivo de entrada, nada que ver a lo que estamos habituados en él.
Menos mal que todo salió bien. Cuando entran a la cárcel en medio del motín para sacar a Chin, desobedeciendo todas las órdenes posibles y el jefe de la policía con una mueca en la cara, cuando los ve llegar en helicóptero, fue una de las mejores escenas. Algo que esta serie me ha dejado en claro es siempre tienen apoyo, la unión del grupo es impresionante.
Un futuro incierto
Todo en la relación de Kono era color de rosa, hasta que esta vez comenzó a ver más allá de su amor por Adam (I an Anthony Dale). Y creo que se vienen grandes cambios en esta relación, más aún si tenemos en cuenta que el hermano de él, tiene mucho que ver con lo que sigue. Igual, me dio pena que empezara a sentirse así, aunque sea para protegerlo. Me gustaba esa pareja, dispuesta a todo. Una pena.
Una de las mejores cosas de este capítulo fue las canciones inéditas de Jimi Hendrix, cuando veíamos a Chin dentro de la cárcel. Sentía que me transportaba a otro mundo y me olvidaba de donde en realidad estaba. Una gran idea sin duda, le dio un tono retro, pero muy bueno.
Si debo puntuarlo, creo que sería un 7 de 10. Porque al fin y al cabo, no me gusta cuando hacen sufrir a los personajes por demás, aunque creo que es el comienzo de algo lindo.