Asesores de Trump defienden el inusual despido de la jefa de estadísticas laborales; republicanos lo condenan en el Congreso
La polémica decisión de Donald Trump de despedir a la encargada de la oficina de estadísticas laborales del gobierno, Erika McEntarfer, ha desatado una ola de críticas, incluso desde el propio Partido Republicano.
Si bien los principales asesores económicos de la Casa Blanca salieron este domingo a defender la acción inusual del presidente, legisladores republicanos de alto rango han condenado públicamente la decisión.
Trump anunció el despido de McEntarfer tras publicarse el viernes el reporte de empleo de julio con datos más bajos de lo esperado y recortes significativos a las cifras de creación de empleos en los dos meses previos. Las flojas cifras fueron interpretadas por economistas como una señal de que las políticas de Trump están desacelerando la mayor economía del mundo.
Sin evidencias, el presidente dijo en su red social que las cifras habían sido manipuladas para hacer quedar mal a los republicanos y a él mismo. Pero congresistas republicanos han puesto en duda tal afirmación y han mostrado preocupaciones por la medida, alegando que podría socavar la confianza en los datos económicos oficiales de Estados Unidos.
Críticas republicanas al despido de la comisionada de Estadísticas Laborales
Para Cynthia Lummis, senadora republicana por Wyoming, sería preocupante que el presidente haya destituido a la jefa de estadística simplemente porque no le gustan las cifras pese a que son precisas. “No es culpa del estadístico que los datos no sean lo que el presidente esperaba”, declaró, citada por The Guardian.
Despedir a la funcionaria no es una forma efectiva de "mejorar" los datos, declaró por su parte el senador republicano por Kentucky, Rand Paul. “Necesitamos contar con estadísticas objetivas. Si las personas que las generan son despedidas, es mucho más difícil garantizar que no se politicen”, agregó Paul.
“Si la despidieron solo porque el presidente, o quien haya tomado la decisión, no estaba conforme con las cifras, entonces deberían madurar”, declaró el senador republicano por Carolina del Norte, Thom Tillis.
Para William Beach, excomisionado de la Oficina de Estadísticas Laborales bajo el primer mandato de Trump, el despido de McEntarfer fue “totalmente infundado” y aseguró que sentaba un precedente peligroso contra la misión estadística de la agencia.
Beach fue un de los firmantes de una carta enviada por el grupo 'Amigos de la Oficina de Estadísticas Laborales' en la que se acusa a Trump de buscar un chivo expiatorio frente a los datos de empleo desfavorales y asegura que tal decisión “mina la credibilidad de las estadísticas económicas federales, que son un pilar para que empresas, familias y responsables políticos tomen decisiones económicas inteligentes”.
Las estadísticas oficiales de Estados Unidos "son el estándar referencial a nivel mundial", asegura el grupo, que recordó que la medición de la creación de empleos está "descentralizada por diseño" justamente para "evitar oportunidades de interferencia".
“Cuando los líderes de otros países han politizado los datos económicos han destruido la confianza pública en todas las estadísticas oficiales y en la ciencia gubernamental”, añade la misiva.
Funcionarios de la Casa Blanca defienden la medida de Trump
Pero al mismo tiempo, funcionarios de la Casa Blanca salieron este domingo en defensa del despido de McEntarfer, asegurando que el presidente tiene "verdaderas preocupaciones sobre los datos", como declaró a CBS Jamieson Greer, representante comercial de Estados Unidos.
Por su parte, Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, aseguró que el presidente "tiene razón al pedir un nuevo liderazgo". "Creo que lo que necesitamos es una nueva mirada en la Oficina de Estadísticas del Empleo, alguien que pueda limpiar esto", declaró Hassett este domingo a Fox News.
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