"Dios me guiará": el compromiso de Ozuna tras su arresto por conducir en presunto estado de ebriedad
Días después de su arresto por conducir bajo los efectos del alcohol, el beisbolista dominicano Marcell Ozuna, de los Bravos de Atlanta, publicó un mensaje en sus redes sociales, consignando que en adelante, "Dios me guiará hasta el último segundo de mi vida".
Ozuna, de 31 años, fue detenido en Norcross, las 3:35 de la madrugada del 19 de agosto, cuando en una zona límite de 35 millas por hora (56 km), una patrulla tuvo que acelerar hasta 90 millas por hora (145 km) para alcanzarlo. “Lo siento, lo siento. Soy Ozuna, de los Bravos”, fue lo primero que soltó al parar en Beaver Ruin Road.
Un video de la cámara corporal del oficial Poole, que ejecutó la intervención, da cuenta de que el jugador del Béisbol de las Grandes Ligas (MLB) paga un alto precio por el incidente, pues perdió algo más que su libertad, por poco más de una hora.
Marcell Ozuna dejó al descubierto múltiples datos privados.
En la grabación que quedó publicada en redes sociales, quedó expuesta la camioneta Mercedes Benz que maneja y su placa, del estado de Florida. También está publicado su número de licencia de conducir y hasta su aseguradora.
Tuvo que repetir la clave de acceso a su teléfono celular, por lo que tendría que cambiarla en el acto.
La madrugada del arresto, Ozuna alegó que se había tomado "tres o cuatro" cervezas "Presidente".
Accedió a someterse a dos de las pruebas estándares de sobriedad por parte del oficial, pero cuando le pidieron que soplara el dispositivo que registra el por ciento de alcohol en el organismo, se negó y prefirió ser arrestado.
También rechazó ofrecer una muestra de sangre con el mismo propósito.
El atleta, nacido en Boca Chica, República Dominicana, alegó que cuando está ebrio, pasa la la llave y no maneja.
Marcell Ozuna orinó en público y el 'operativo' quedó grabado
Durante los poco más de 35 minutos que se extiende el proceso del arresto, quedó registrado que Marcell Ozuna estuvo alertando a los oficiales de que le urgía orinar.
"Hey, Hernández, dile a él que me estoy meando (orinando), me estoy meando feo", expresó a un oficial hispano, que le dio una mano.
Coordinaron un 'mini' operativo para alejar a las decenas de personas que llegaron a la zona de su detención. Y entonces Ozuna, que mide 6'2" (1.89 metros) y pesa 210 libras (95 kilos), fue dirigido hasta "detrás de las matas", como le indicó un allegado.
Allí le quitaron las esposas y frente a un negocio llamado 'Groomie' (Acicalado) vació el contenido de su vejiga en público.
Fue llevado a la comisaría del condado Gwinnett, donde se le acusó de manejar de manera temeraria y sospechas de hacerlo bajo los efectos de bebidas embrigantes. Quedó libre tras pagar una fianza de $1,830.
Fanaticada de los Bravos expresa su repudio
El pasado domingo, el jugador regresó al terreno del juego, donde la fanaticada lo recibió con abucheos.
"Estoy decepcionado. Decepcioné a mi equipo, decepcioné a mi familia", se limitó a expresar el beisbolista de los Bravos de Atlanta, al ofrecer sus disculpas frente a las cámaras de televisión.
No emitió más declaraciones, debido a que se trata de un asunto legal.
Este martes, el jardinero izquierdo publicó un mensaje en las redes sociales, con su compromiso: "Desde ahora en adelante, seré testimonio de lo que un día fui, con mis errores aprenderé. Dios me guiará hasta el último segundo de mi vida. Dios, en ti pongo mi vida".
En suspenso la carrera de Ozuna en las Grandes Ligas
Es la segunda vez en 15 meses que el beisbolista está en el ojo del huracán, por un problema con las autoridades de ley y orden en Estados Unidos.
En mayo de 2021 fue detenido bajo cargos de asalto agravado y agresión en contra de su esposa Génesis, quien más tarde retiró las acusaciones.
No obstante, el deportista fue suspendido por 20 partidos, sin paga, por violar la política de violencia doméstica de las Grandes Ligas.
Marcell Ozuna, quien fuera de la controversia, no ha tenido una buena temporada en el diamante de juego, tiene un contrato de $65 millones con los Bravos de Atlanta. Este contiene una cláusula de terminación, que solo le concede al jugador $1 millón.
El dominicano llegó al Béisbol de las Grandes Ligas (MLB) en 2013 cuando firmó con los Marlins de Miami.
Tres años después, migró a los Cardenales de San Luis antes de llegar a los Bravos.
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