¡Conmovedor! Muchos de estos bebés tendrán un triste final, pero ella solo quiere darles AMOR
Amar y ser amado: la mejor manera de vivir.
La casa de Cori Salchert se conoce como “ la casa de la esperanza”. Ella, es mamá de ocho hijos y es enfermera. Pero ahora ha comenzado a adoptar a los “ bebés de hospicio”, aquellos bebés que tienen poca esperanza de vida y/o alguna enfermedad terminal.
Estos bebés son adoptados por Salchert y su familia, que viven en E.E.U.U cuando sus verdaderos padres no pueden enfrentar económicamente o sentimentalmente la enfermedad de su bebé. Salchert comentó a Sheboygan Press que no tiene ningún juicio negativo sobre estos papás, pero simplemente quería cuidarlos y que pasen los últimos momentos de la mejor manera.
El primer bebé que adoptaron, lamentablemente, murió a los 50 días en los brazos de su mamá adoptiva. Luego de la primera adopción, quisieron seguir haciéndolo y adoptaron a Jayden, la cual logró superar su enfermedad y fue adoptada por el primo de sus papás biológicos.
Luego de Jayden, Salchert estaba triste y le propuso a su familia seguir adoptando, más allá de las tristezas de separarse o del fallecimiento repentino de los bebés. Su familia no lo dudó, inmediatamente le dijo que SÍ.
Charlie llegó a sus vidas, un bebé con alteraciones neurológicas que depende de un tubo para respirar y alimentarse. Era un verdadero reto, ella tuvo miedo, pero tomó la decisión que le pareció mejor: adoptarlo. El 18 de diciembre finalmente adoptaron a este pequeño, y se convirtió rápidamente en uno más de la familia.
Salchert sabe que él va a morir, pero agregó que ellos “ pueden hacer una diferencia en la forma en que vive. Charlie va a ser amado antes de morir”.
Estos bebés necesitan cuidado, es verdad, pero también necesitan amor explicó. La vida nos pone en nuestro camino muchos obstáculos, y a estos bebés les ha puesto grandes obstáculos, de los cuales quizá no sobresalgan, pero una vida acompañada del amor será, siempre, una mejor vida.