Calabacines gratinados con queso
Muchas personas que rechazan las comidas vegetarianas se quedarían sorprendidas si pudieran probar los calabacines gratinados que hoy les propongo. Es una receta sencilla, nutritiva y muy deliciosa que sirve para acompañar cualquier plato.
Lo mejor de todo es que lleva pocos ingredientes y se hace en un santiamén. Me gusta prepararla para el almuerzo de los fines de semana, mas será ideal igualmente en el horario de la cena. ¿Listos para comenzar?
Ingredientes:
- 680 gr de calabacines cortados en cuartos y luego en rodajas
- 1 cucharadita de sal
- 1 cebolla picada en rodajas
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de mantequilla sin sal
- 2 cucharadas de harina
- 1 ½ taza de líquido jugo de calabacín y un poco de leche combinados
- Sal
- Pimienta blanca
- 2/3 taza de queso parmesano rallado
- Pizca de nuez moscada
Preparación:
Coloca los calabacines con la sal en un colador, sobre un recipiente, y deja reposar por 20 minutos. Luego escúrrelos bien a través de un paño. Reserva el jugo.
En una sartén saltea la cebolla en aceite de oliva durante 2-3 minutos a fuego moderado.
Derrite la mantequilla en una cacerola y luego agrégale la harina removiendo durante 2 minutos con una cuchara de madera. Baja de la candela y agrégale el líquido, revuelve bien hasta romper los grumos y lleva a hervor durante 2 minutos.
Añade 1/3 del queso parmesano y continúa removiendo. Incorpora la sal, la pimienta blanca y la nuez moscada.
Coloca los calabacines en un molde engrasado y cúbrelos con la salsa anterior. Rocía con el resto del queso parmesano.
Enciende el horno a 200°C y hornea de 15 a 20 minutos hasta que el queso burbujee y luzca dorado.
Consejos:
- Es mejor cortar los calabacines en trozos pequeños, pues se les impregna más el sabor, pero puede cortarse de la forma preferida.
- También se puede usar cebollino en la receta y le dará un toque especial.
- Si no te gusta la pimienta blanca, no es necesario que la utilices.
No esperes más para preparar esta sabrosa receta de calabacines gratinados, fácil de hacer y muy agradable al paladar. ¿Quién dice que los vegetales no pueden ser también una exquisitez?