Este padre de familia es una de las 160,000 personas que tuvieron que huir de un día para otro de sus hogares en El Salvador, Honduras y Guatemala por la violencia de las maras en 2016. Después de perder y no poder encontrar el cuerpo de su hijo de 17 años, la Mara Salvatrucha empezó a amenazar a su hijo de 13 años. Antes de partir, su hija de 16 años fue violada. Abandonaron su casa y huyeron. Pero la tranquilidad estaría todavía lejos de llegar. Este es un testimonio real ilustrado y animado para proteger la identidad de la fuente, quien todavía corre peligro.