"Un milagro de buenos augurios": la sangre de San Genaro se licúa ante la mirada deslumbrada de los fieles por tercera vez este año
La sangre de San Genaro se licuó este viernes de "forma milagrosa" por tercera vez en lo que va del año durante una exhibición del relicario donde, según la tradición católica, se conserva.
San Genaro fue un obispo del siglo III que se cree que fue martirizado durante la persecución cristiana del emperador Diocleciano y se convirtió en el santo patrón de Nápoles, en el sur de Italia.
La Iglesia católica allí conserva lo que creen que es una reliquia con la sangre del santo.
En la Capilla del Tesoro de San Genaro en la Catedral de Nápoles, monseñor Vincenzo De Gregorio abrió por la mañana la caja fuerte donde está el relicario y notó que la sangre al interior estaba completamente sólida, explicó Corriere della Sera.
Al ver esta situación, De Gregorio temió un mal augurio que se disipó por completo a las dos horas cuando supuestamente vio que la sangre estaba completamente líquida.
Al comunicar la noticia hubo júbilo entre los fieles que se acercaron hasta la capilla, como cada 16 de diciembre, en el aniversario de la preservación de Nápoles de la erupción del Monte Vesubio en 1631, ya que la tradición indica que si la sangre no se licua significa guerra, hambre y enfermedad.
La presunta licuefacción ocurre tradicionalmente al menos tres veces al año: el 19 de septiembre, en la fiesta del santo; el primer sábado de mayo y el 16 de diciembre, en el aniversario de la erupción del Vesubio.
De Gregorio compartió la historia de una curación milagrosa atribuida a la intercesión de San Genaro en una de las veces que su sangre aparentemente licuó, cuando unos papás, con su pequeña bebé en sus brazos fueron a rezarle al patrono el 19 de septiembre.
“Le habían diagnosticado un tumor maligno, pero al poco tiempo, mientras rezaban, les llegó la noticia de que era benigno y su bebé estaba a salvo”, le dijo De Gregorio a Il Mattino.
Este viernes fue el primero de los tres días en los que se exhibirá el relicario dentro un frasco sellado, mientras los napolitanos se acercan para ver si la masa seca de color rojo cambia de estado para cubrir todo el vidrio.
La sangre del obispo se habría licuado en mayo y en septiembre de este año, pero no así en diciembre de 2020, contó la agencia Aciprensa.
Este supuesto milagro, vital y significativo para los napolitanos, todavía no recibe reconocimiento oficial de la iglesia católica.