Adiós, trabajo, adiós: El despido como una oportunidad

Cerrar el ciclo en una organización, sin que haya estado en tus planes, no siempre es algo negativo. De hecho muchas de las personas que consideramos brillantes en el mundo de los negocios, en algún punto de su carrera fueron despedidos de sus trabajos.

Perder tu empleo, es duro pues nadie quiere perderlo, sobre todo si te pones a pensar en todos los compromisos que tienes que cumplir: rentas, deudas, colegios, etc. Pero vivir una experiencia así, puede convertirte en un mejor líder, persona y profesional, pues hace que regreses a la arena laboral más fuerte.

Primero y sin afán de convertirte en una víctima, has una introspección objetiva y analiza la razón por la cual te despidieron. Si fue por cuestión de principios, estás cerca de ser un mejor líder, ¿por qué creo esto? Sigue leyendo.

Un líder es fiel a sus creencias y principios; si considera que algo que le piden va en contra de ellas “luchará” para convencer a sus jefes que la manera en que lo está haciendo es la mejor para su desempeño y obvio los objetivos de la empresa.

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Otra característica que te acerca a un buen liderazgo es tu apertura a la retroalimentación. Un líder está abierto a recibir opiniones que le ayuden a ajustar si realmente está proyectando lo que él cree que hace.

Es decir, es una persona que sabe escuchar y aceptar que hay puntos en los cuales debe de mejorar y esa retroalimentación la toma como una oportunidad para ser mejor profesional (y persona), sobre todo si bajo su mando hay gente involucrada a la cuál puede perjudicar con su manera de actuar.

En ocasiones se dice que cuando uno es despedido, es debido a que la persona se encuentra en un trabajo que no le correspondía, es decir en el cual no se sentía a gusto. Si lo ves de manera positiva, el que te despidan por esta razón, te ayuda a reflexionar sobre tu situación laboral, ¿realmente eras feliz?, ¿tu trabajo te hacía una mejor persona/profesionista?

Ve el despido como una oportunidad para replantear tu curso y ver en dónde sí puedes crecer profesionalmente, en dónde no te estancarás en tu zona de confort la cual te impide seguir avanzando y dar lo mejor de ti.

Fortalece tu liderazgo a través de situaciones que para algunos puede resultar negativo, errores o el despido; aprende a sentirte satisfecho con tus decisiones y sé fiel a tus principios, pero cuidado, no seas arrogante y pienses que todas tus decisiones deben de ser según tus ideales, hay una línea muy delgada entre ser un líder objetivo y con principios y un líder que toma decisiones por caprichos.

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