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Viajar con un bebé

Publicado 28 Oct 2015 – 06:30 PM EDT | Actualizado 5 Abr 2018 – 01:47 PM EDT
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El domingo volvimos de vacaciones. Son nuestras segundas vacaciones con Lola, pero las primeras que nos fuimos solos y en avión. Primero que nada hoy en SOS Mamá Primeriza les tengo que contar el terror irracional que tengo por los aviones. Sufro estando allá arriba. ¡No me gusta! Siempre que estoy en el aire pienso si realmente tengo tantas ganas de ir adonde estoy yendo como para hacerme atravesar esto. Viajando con Lola las cosas son un poco diferentes, porque estoy más pendiente de ella que de mi miedo, entonces me lo olvido un poco, pero tengo mucho miedo igual.

Viajar con un bebé es una experiencia muy diferente a viajar solos. De nuevo, lo sabía, me lo habían contado, me lo imaginaba, pero hasta que no te pasa no lo dimensionás. Y estoy segura de que las que lean esto y tengan o no bebé, si nunca viajaron con uno van a creer que exagero, pero les juro que no.

Todo es más complicado porque el ritmo de las vacaciones lo impone el bebé. Uno no puede hacer lo que quiere, a la hora que quiere, lo cual es la definición de las vacaciones por excelencia, ¿no?

Les cuento algunas cosas:

  • El viaje en avión, que ya es muy incómodo de por sí, imagínense con casi 10 kilos encima. De repente lográs dormirte y...se mueve y te despertás y así todo el tiempo. Por momentos no sentía las piernas. Mi marido estaba al lado, y a lo sumo le apoyaba la cabeza de ella en las piernas de él. Las esperas en los aeropuertos, las pasadas por el control de seguridad. El repertorio de canciones se acababa rapido y había que usar mucho la imaginación para divertirla. Tengo que confesar que un video de Adriana en el iPod fue nuestro mejor aliado.
  • Las vacaciones dejaron de tener vida nocturna. A las 8 el bebé está durmiendo, y vos casi que también. A lo sumo lo estirás un poco pero después te arrepentís cuando hay que madrugar o despertarse a la noche. 
  • En la playa ya no podés instalarte a tomar sol a las 12 del mediodía porque el día anterior estuvo feo y tenés que recuperar "horas playa". El sol a esa hora no es bueno para nadie, pero menos para un bebé, así que a esa hora o antes, salíamos corriendo de la playa, aunque estuviera re lindo.
  • Para hacer algo diferente, uno de los días fuimos a un zoológico. Justo ese día Lola estaba con sueño, miró algunos animales, pero hasta ahí. Con un bebé es medio complicado planear.
  • Es muy difícil mantener la rutina y la alimentación del bebé en las vacaciones. Pero no me quedó otra que relajarme con este tema si quería disfrutar, y así fue. Traté de que aunque sea comiera un poco más sano cuando comíamos en el departamento y dejar pasar más de una papa frita que ella disfruto como nunca.

Seguro me estoy olvidando de muchas cosas más, pero no quería dejar de contarles algunas cosas que me pasaron, para que tal vez con mi experiencia estén aunque sea un poco preparadas para irse de vacaciones con un bebé. Una experiencia tan linda como agotadora.

¡Hasta la semana que viene!

Soy mamá de Lola de 1 año. Pienso que ser mamá es la experiencia más fuerte y movilizadora por la que puede pasar una mujer, y está bueno darnos cuenta de que no estamos solas.

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