null: nullpx
Cine

7 impulsos que me genera el sonido de las personas comiendo en el cine

Publicado 4 Dic 2018 – 12:39 PM EST | Actualizado 4 Dic 2018 – 12:39 PM EST
Comparte

Estás viendo la película que tanto esperabas. Miras cada escena con infinita concentración pretendiendo no perderte ningún detalle, pero en tus oídos explota un « crunch crunch» desagradable. Diosito del cine, ¡¿por qué a mi?! Sueñas con que la sala quede vacía, que puedas tenerlo en absoluto silencio para ti.

Cuando te das cuenta, te has perdido de un trozo del filme... Bueno, si ya te han arruinado la película, no queda otra que hacerles lo mismo, pero claro, solo en tu mente. Es tu momento: ¡tortúralos sin contemplación! ¿Cómo resistir a estos impulsos? ¡Estúpida gente que no deja de masticar!

#1 Ahogar a los masca papas

Pareciera que el empaque de papas pequeño, mediano o grande no son suficientes: es mejor el XXL. ¡Nunca se acaban! Y con cada mordida aumentan las ganas de abrir la bolsa, cubrirles la cabeza y «ahogarlos»… por lo menos hasta el final de la película. ¿Cómo es que no les da una indigestión? Mejor dicho: ¿cómo es que su mamá no les enseñó a masticar bien? ¿Por qué no me habré llevado a la mía para que les enseñe a comer como gente decente?

#2 Detonarles su propia bomba

Qué insoportables los que mascan goma, hacen bombitas y obviamente las explotan. Provoca sacarles la masa de la boca y enredarla en sus cabellos, para que pasen la película limpiándolo en vez de interrumpir con sus «sutiles» explosiones.

#3 Un sorbo de su propio veneno

Aquellos que sorben gaseosa y cuando se termina siguen succionando como para tragarse el hielo y el vaso por la pajilla, ¡no tienen perdón de Dios! Señores: la película trae sus propios efectos de sonido; si insisten en beber de esa forma, podrían ganar un vaso totalmente lleno, pero de veneno. Si tan solo hubiera empacado unas gotitas...

#4 Una tortura despacito

A los que entran con un arsenal de chucherías que masticarán lentamente, deberíamos amarrarles audífonos con la canción « Despacito» a todo volumen para que mastiquen al ritmo de la canción y no paren hasta que ocurran dos cosas: se acaben sus provisiones o sus oídos comiencen a sangrar.

#5 Someterlos a la técnica Ludovico

¡Qué genio Stanley Kubrick cuando nos mostró esta técnica! ¿Acaso no provocar ponerles aquel aparatejo a los ruidosos, abrirles bien los ojos y obligarlos a hacer lo que fueron a hacer: mirar una película. ¡Asquerosos!

#6 Cortarles la cabeza

¿Dónde estará la reina de corazones? Esa no pasaría demasiado rato sin gritar «¡que les corten la cabeza!». Mejor dicho, ¿dónde estará Ned Stark y su espada? No dudaría en decirle que se trata de un desertor de la Guardia Nocturna.

#7 Cambiarles la película por El séptimo sello de Bergman

¿Qué tal si alguien se colara en la sala de reproducción y cambiara la película? Bergman pudo hacer un clásico, pero estoy segura de que el comelón ruidoso saldría corriendo de la sala.

Si te enfurece el sonido molesto que produce alguien al masticar en el cine, entonces sufres de misofonía. ¿Ahora que lo sabes, crees que puedas controlarla?

Y si ya no quieres ir al cine:

Comparte