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DreamWorks Animation

Disney versus Dreamworks: ¿quién toca más tu alma?

Publicado 29 Jul 2017 – 03:00 PM EDT | Actualizado 22 Mar 2018 – 09:42 AM EDT
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Cuando en 1994 el entonces presidente de Disney,   Frank Wells,  falleció, Jeffrey Katzenberg sabía que el puesto sería suyo. Así se lo habían prometido. Pero las cosas no salieron como esperaba y no solo decidió irse de la compañía, sino que dio una estocada maestra al imperio de ratón Mickey: junto con sus amigos Steven Spielberg y David Geffen creó Dreamworks Studios.

Desde aquella época, Disney y Dreamworks han estado al frente de una batalla campal por la atención de los niños, algo que Disney reforzó al finalmente hacer Pixar como su filial. Estas tres compañías tienen plagado el mercado de las películas animadas y, por ende, el de los personajes que siempre verás como tema de fiestas infantiles.

Pero ¿qué empresa lo hace mejor? ¿Cuál produce películas que nos dejan al borde de las lágrimas y con una sensación de esperanza que llena el corazón?

El juego sucio

Si alguien no estaba seguro de que Dreamworks era una declaración de guerra, sus primeras películas dejaron este punto más que obvio.

El año en que Disney lanzó A Bug’s Life, Dreamworks contraatacó con Antz. Cuando Disney tenía  Monster’s Inc., Dreamworks mostraba  Shrek. Estas «similitudes» de personajes se repitieron por años: Shark Tale versus Finding Nemo, Flushed Away contra Ratatouille.

Esta estrategia, llamada «duelo», fue diseñada por el propio Katzenburg para capitalizar la idea de que se trataba de estudios rivales, pero ¿dónde quedó la creatividad?

Más dinero, eso sí, aunque…

Otra estrategia de Dreamworks fue trabajar el doble. Una vez finalizado el duelo, la empresa se dedicó a lanzar 2 películas animadas por año, a diferencia de su rival, que solo mostraba una cada verano. El resultado fueron mejores ganancias, aunque no totalmente: una sola película de Disney y Pixar valía por las ganancias de una y media de Dreamworks.

Los premios

Para «resolver» la pelea (o hacerla más picante), en 2001 los Premios Oscar crearon una nueva categoría: mejor película animada. Ese año Dreamworks se llevó el premio a su casa con la entrañable Shrek, dejando a los de Disney con mucho trabajo por hacer.

Entonces, ¿cuál nos hace gastar más pañuelos?

Resulta complejo comparar a ambas compañías. Disney está en escena desde los años 20 y tiene en su haber el legado de la magia, la fantasía y lo clásico. Fue aquí donde nacieron princesas como Blancanieves, Cenicienta, Bella y La Sirenita, además de animados entrañables como Fantasía, El Rey León y Bambi.

Por si fuera poco, dio la pelea con más fuerza al unirse a Pixar, una empresa que ofreció innovación en sus diseños y en sus historias. Algo interesante es que las historias que nacen de Pixar son «realistas». Por ejemplo,  Buscando a Nemo es, básicamente, una película sobre peces, sin demasiado adorno. No son figuras humanizadas que viven una vida humana bajo el agua, sino peces siendo peces, con un poco de fantasía.

Por el contrario, Dreamworks sí que humaniza a los personajes. La rival de Nemo, Shark Tale, se sitúa en una Nueva York bajo el agua donde los peces hacen actividades humanas. Otro aspecto «irreal» (dentro de la fantasía) es la conjugación de especies, como ocurre en Kung Fu Panda, en la que una serpiente, un tigre, un mono, una mantis y una grulla son compañeros de un panda que aprende kung fu y es «hijo» de una oca.

Este aspecto resulta divertido para los niños, pero resta «credibilidad» en los adultos y en los jovencitos más avispados.

Sin embargo, Dreamworks supo hacer mella en la industria con un personaje: Shrek. Dos secuelas y un spin off sobre un ogro, una princesa (que también es ogro) y un divertido burro se robaron los aplausos de todos, especialmente por su mensaje de amar sin importar el exterior. Pero también estableció una característica de Dreamworks: las historias son más sarcásticas, y ese no siempre es el camino a los sentimientos.

Finalmente, su catálogo cuenta con Antz, El Príncipe de Egipto, Camino hacia El Dorado, Madagascar, Bee Movie, El Origen de los Guardianes y Turbo, películas que han pasado por debajo de la mesa y que se sostienen por Shrek, Kung Fu Panda, Megamente y Cómo entrenar a tu dragón.

Disney no solo tiene los clásicos como carta de presentación, sino también a Frozen, su película más taquillera de la historia, que rompió esquemas por no mostrar a la típica princesa siendo rescatada por un príncipe y con un final en el que el amor de pareja es lo más importante.

Ni hablemos de Pixar, cuya especialidad es apelar al contenido emocional. Pixar nos ha llevado al borde de las lágrimas en Up, Toy Story, Intensamente, Wall-E y pare de contar.

Entonces, si la cosa es hablar con el corazón, Disney es la clara ganadora. Lo siento, Dreamworks. Aún te queda mucho por aprender.

¿Estás de acuerdo? ¿O eres más fan de Dreamworks?

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