El fiscal general Merrick Garland reversó una orden emitida por Donald Trump durante su administración y volvió a conceder a los magistrados cierta autoridad al tomar o atender casos de expulsión de migrantes, especialmente cuando los indocumentados llevan un tiempo considerable en el país, tienen una familia establecida o no cuentan con un récord criminal. El objetivo de la medida sería descongestionar con mayor rapidez los tribunales.
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