La exposición al humo de cigarrillo de tercera mano puede afectar nuestros órganos
Ya es más que conocida la relación entre las enfermedades y el tabaco. Incluso ya es sabido que una exposición de segunda mano, lo que se conoce como fumar de forma pasiva, también trae consecuencias para la salud.
Pero ahora, especialistas sostienen que una exposición de tercera mano, ocasionada por el residuo de los cigarrillos en la ropa y los muebles por el humo de terceros, puede seguir afectando nuestra salud.
Humo de tercera mano: un gran enemigo
Las consecuencias del tabaquismo pasivo (el inhalar las partículas de humo impregnadas en el aire) pueden estar asociadas con enfermedades coronarias y pulmonares, cáncer de pulmón, asma, entre otras.
Como el humo de segunda mano no es algo que podamos controlar, los gobiernos han optado por iniciativas como la prohibición de fumar en zonas públicas.
Sin embargo, ahora parece que debemos considerar que las toxinas de los cigarrillos impactan nuestra salud incluso una vez que el aire se ha despejado.
Según los expertos, en el humo de tercera mano, las partículas que vienen directamente de la quema de tabaco y el humo exhalado se acumulan en las superficies: ropa, muebles, cabello. Y eso repercute en nuestra salud.
Investigando los efectos de la exposición al humo
Si se acumulan con el tiempo, las partículas pueden reaccionar con el aire para formar nuevos carcinógenos.
Para poder investigar si esos productos químicos están causando daños, los expertos expusieron a ratones de laboratorio a un ambiente con humo de tercera mano.
Se inspeccionó a los ratones durante seis meses, tomando diferentes muestras de sus órganos para pruebas. Y analizando sus cambios hormonales, los efectos metabólicos y la resistencia a la insulina, entre otras cosas.
El estudio reveló que en un mes, la exposición al humo de tercera mano ocasionaba daño hepático. A los dos meses, se registró daño molecular y en cuatro a seis meses, se registraron más daños. Los ratones también mostraron resistencia a la insulina después de una exposición a largo plazo.
Los investigadores también notaron un aumento en las hormonas del estrés de los ratones durante el estudio.
La importancia de tomar conciencia
Si bien el contexto real no es como el de laboratorio, permite ver los riesgos potenciales del humo de tabaco.
Para los expertos, a pesar de que hay regulaciones que impiden fumar en zonas públicas, los ambientes caseros siguen siendo un lugar que puede conducir al daño de la exposición de tercera mano.
Las toxinas del cigarro se aferran a la ropa, los muebles y las alfombras, y podría ser un gran riesgo para los niños que regularmente tocan esas superficies. Al igual que los autos y las habitaciones de los hoteles.
Es necesario realizar una investigación en seres humanos, pero los científicos esperan que esta investigación lleve a las personas a tomar más conciencia del riesgo de la exposición de tercera mano. ¿Ya lo sabías?
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