Ayuda de Impacto: una nadadora con síndrome de Down sueña con clasificar al mundial tras ganar todos los trofeos en su país
Una joven colombiana con síndrome de Down se ha convertido en una inspiración para propios y extraños, al devorarse la vida y no dejar claudicar sus ilusiones, a pesar de todas las adversidades de su vida.
A Carolina Castro le dicen la ‘Poderosa’ y el apodo le queda perfecto a la hora de repasar su camino lleno de desafíos superados, al convertirse en una campeona nacional de natación artística, entre otros tantos logros.
Para la joven, un complejo acuático se convirtió desde que tenía los cuatro años en un lugar seguro en el cual podía olvidarse del hipotiroidismo y la constante amenaza de obesidad.
En ese sitio, Carolina comenzó a forjar una disciplina inquebrantable con la que ha conseguido un palmarés envidiable de 70 medallas.
Además, aunado a la admiración por su habilidad en la alberca, su carisma ha ganado el cariño de todos los que la conocen, mientras prepara las complejas rutinas, con mucha creatividad, debido a los pocos recursos con los que cuenta para mantenerla enfocada.
La propia Carolina entiende el esfuerzo a su alrededor al decir que, “los chicos y las chicas con discapacidad cognitiva no son tan específicas en memoria”, sobre todo cuando practica hasta tres horas diarias.
Ahora, ya con todos los trofeos que puede ganar en su natal Colombia bajo sus brazos, Carolina sueña con tener experiencias en otros lares, para mostrarle al mundo de lo que es capaz e inspirar a más personas que tienen miedo de sucumbir a las adversidades
Sin embargo, esos sueños se han visto frustrados como cuando Carolina no pudo viajar a un campeonato internacional para atletas con síndrome de Down por falta de recursos, a pesar de haber organizado rifas y colectas hechas por su madre Gladys Monroy.
“Dios me mandó ángel porque ellos son demasiado honestos, demasiado incapaces de hacerle mal a nadie, entonces para nosotros ha sido un ángel que Dios nos mandó”, cuenta Monroy.
Por si fuera poco, Carolina también contagia por su inagotable alegría que la ha llevado a ser actriz, bailarina, campeona de salto largo, katateca, finalista en un concurso nacional de tango e incluso una gran pintora.
Debido a ese talento, la habitación Carolina está llena de paisajes pintados por ella, los que le sirven para seguir imaginando con un futuro prometedor dentro de la piscina, al clasificarse al próximo mundial de su categoría.
Sin embargo, por ahora el único apoyo que Carolina tiene es el de su entrenadora y su madre, aunque ella no deja de sonreír con la inocencia de quien sabe que todo es posible.
Si quieren ayudar a Carolina para seguir inspirando con su historia pueden comunicarse con su madre al teléfono 011573133862826.